Un joven de 18 años fue aprehendido en Estación Chapadmalal tras poner a la venta en redes sociales una motocicleta que había sido robada apenas cuatro días antes. La rápida acción policial, desencadenada por la imprudencia del delincuente, permitió recuperar el vehículo sustraído y secuestrar prendas de vestir que lo vinculan directamente con el robo.
Todo comenzó el 27 de agosto, cuando un hombre de 31 años denunció la sustracción de su moto Maverick XRT 110. Según su relato, había dejado la moto estacionada en las cercanías de la Estancia la Quebradita, asegurada con candado y traba volante. Sin embargo, al regresar, el vehículo ya no estaba.
La policía, tras recibir la denuncia, puso en marcha una investigación exhaustiva. El personal del Gabinete Técnico Operativo de la comisaría octava revisó minuciosamente archivos fílmicos, recopiló testimonios y realizó diversas tareas de campo. Estas diligencias permitieron identificar al presunto autor del robo.
Lo que facilitó aún más la captura del ladrón fue su propia torpeza. “Al ver que el mismo estaba a la venta por redes sociales establecieron la dirección y pidieron una orden de allanamiento”, explicaron las autoridades policiales. El joven, confiado en la impunidad, no dudó en ofrecer la moto robada a través de plataformas online, dejando un rastro digital que condujo directamente a su detención.
Con la orden judicial en mano, los agentes allanaron un domicilio ubicado en la calle 28 entre 3 y 5 de Estación Chapadmalal el domingo. Durante el operativo, lograron recuperar la moto Maverick XRT 110 y secuestraron dos camperas que, según la investigación, fueron utilizadas por el autor del hecho al momento de cometer el robo. Estas prendas de vestir se consideran pruebas clave para la acusación.
La fiscal Constanza Mandagarán ha dispuesto la formación de una causa por el delito de robo. El joven de 18 años deberá comparecer ante los Tribunales para prestar declaración y enfrentar las consecuencias legales de sus actos. Este caso sirve como un claro ejemplo de cómo la imprudencia y el uso de las redes sociales pueden facilitar la labor policial y llevar a la detención de delincuentes.
La rápida resolución de este caso destaca la eficacia de la investigación policial y la importancia de la denuncia por parte de las víctimas de robo. Asimismo, pone de manifiesto el riesgo que corren los delincuentes al utilizar las redes sociales para comercializar bienes robados, dejando un rastro que puede ser fácilmente rastreado por las autoridades.