La ciudad de Mar del Plata enfrenta un persistente desafío en materia de seguridad, una problemática que demanda una atención integral y una estrategia coordinada para salvaguardar a sus ciudadanos y visitantes. En este contexto, voces expertas como la de Rodolfo Manino Iriart, ex Secretario de Seguridad de General Pueyrredon, resuenan con renovada urgencia, instando a la implementación de medidas efectivas y un compromiso firme por parte de todos los actores involucrados.
Iriart, con su vasta experiencia en la gestión de la seguridad pública a nivel local, ha reiterado la necesidad de abordar la inseguridad como un problema multifactorial que requiere una respuesta articulada. No basta con acciones aisladas o soluciones parche; se necesita una planificación estratégica que involucre a las fuerzas policiales, el poder judicial, las autoridades municipales y la sociedad civil en su conjunto.
Uno de los puntos clave señalados por el ex Secretario de Seguridad es la importancia de la coordinación entre las distintas fuerzas policiales que operan en la ciudad. La superposición de jurisdicciones y la falta de comunicación efectiva pueden generar vacíos que son aprovechados por la delincuencia. Es fundamental establecer protocolos claros y mecanismos de intercambio de información para optimizar los recursos y garantizar una presencia policial más eficiente y disuasoria.
Además de la coordinación policial, Iriart enfatiza la necesidad de fortalecer la prevención del delito a través de políticas sociales y educativas que aborden las causas profundas de la inseguridad. La falta de oportunidades laborales, la deserción escolar y el consumo de drogas son factores que contribuyen al aumento de la delincuencia, y es imperativo implementar programas que promuevan la inclusión social y brinden alternativas a los jóvenes en riesgo.
La participación ciudadana también juega un papel crucial en la lucha contra la inseguridad. Fomentar la denuncia de delitos, promover la creación de foros vecinales de seguridad y fortalecer la relación entre la policía y la comunidad son medidas que pueden contribuir a crear un entorno más seguro y colaborativo. La seguridad no es solo responsabilidad de las autoridades; es un compromiso que compete a todos los ciudadanos.
Otro aspecto relevante es la modernización de los recursos tecnológicos y la capacitación del personal policial. La inversión en sistemas de videovigilancia, el uso de herramientas de análisis de datos y la formación continua de los agentes son fundamentales para mejorar la capacidad de respuesta y la eficacia de la policía. Una fuerza policial bien equipada y capacitada es un elemento disuasorio clave para combatir el delito.
En definitiva, la seguridad de Mar del Plata requiere una respuesta integral y coordinada que abarque la prevención, la disuasión, la investigación y la sanción del delito. Es necesario un compromiso firme por parte de las autoridades, las fuerzas policiales y la sociedad civil para construir una ciudad más segura y habitable para todos. La experiencia de figuras como Rodolfo Manino Iriart nos recuerda la importancia de aprender de los errores del pasado y trabajar juntos para construir un futuro más seguro para Mar del Plata.
La situación actual exige una reflexión profunda y una acción decidida. No podemos permitir que la inseguridad siga socavando la calidad de vida de los marplatenses y afectando el desarrollo económico de la ciudad. Es hora de asumir la responsabilidad que nos corresponde y trabajar juntos para construir un futuro más seguro y próspero para Mar del Plata.