Mar del Plata, la emblemática ciudad costera argentina, siempre se ha caracterizado por su rica toponimia, un reflejo de su historia, cultura y valores. Desde nombres de batallas y próceres hasta referencias a tribus originarias, artistas populares y elementos de la flora local, las calles de Mar del Plata narran un sinfín de historias. Ahora, un nuevo nombre se une a esta colección simbólica, un nombre de resonancia global: el del Papa Francisco.
El Concejo Deliberante de la ciudad ha aprobado por unanimidad la designación de un tramo céntrico de la calle Mitre, específicamente entre las calles San Martín y 25 de Mayo, con el nombre de “Papa Francisco”. Esta decisión implica el cambio de nombre de dos cuadras estratégicas, ubicadas en el corazón de la ciudad, pero sin afectar a residentes particulares, evitando así trámites burocráticos innecesarios.
Este cambio simbólico transformará un punto de encuentro clave para las celebraciones populares. A partir de ahora, la tradicional frase “nos vemos en Luro y Mitre” se actualizará a un significativo “nos vemos en Luro y Papa Francisco”, uniendo la tradición local con un reconocimiento a una figura universal.
Un Monumento para Perpetuar la Memoria
La iniciativa, impulsada por la presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero, va más allá del simple cambio de nombre. Se complementa con la creación de un monumento en la Plaza San Martín, justo frente a la imponente Catedral de los Santos Pedro y Cecilia. Este monumento servirá como un homenaje tangible al primer Papa argentino, un símbolo permanente de su legado.
Para asegurar que el monumento sea una expresión genuina del sentir popular, se ha convocado a un concurso público para artistas de todo el país. El objetivo es seleccionar un diseño que capture la esencia del Papa Francisco y los valores que representa.
Participación Ciudadana: Un Homenaje Colectivo
La creación del monumento no será un esfuerzo aislado. Se buscará activamente la participación de la comunidad, invitando a instituciones de la sociedad civil, organizaciones religiosas, culturales, educativas, comunitarias y empresariales a colaborar en la concreción del proyecto. Esta participación se materializará a través de aportes voluntarios, permitiendo que cada sector de la sociedad contribuya a este homenaje colectivo.
Como gesto simbólico de unidad y compromiso, se habilitará la recepción de donaciones de llaves y objetos de bronce. Estos elementos serán fundidos y utilizados en la elaboración del monumento, transformando objetos cotidianos en un símbolo perdurable del reconocimiento al Papa Francisco.
Justificación del Homenaje: Un Argentino Universal
La aprobación de este doble homenaje requirió una excepción a la Ordenanza 23.338, que establece un período de espera de al menos tres años después del fallecimiento de una persona para nombrar una calle en su honor. Esta excepción subraya la importancia y urgencia de reconocer la figura del Papa Francisco en vida.
Según Sánchez Herrero, el Papa Francisco es “el argentino más influyente del mundo”. Este homenaje no solo busca reconocer a una figura ilustre, sino también “generar un espacio de memoria activa y reflexión ciudadana en torno a los valores que el Papa Francisco representa”. Se espera que la calle y el monumento sirvan como recordatorios constantes de su mensaje de paz, justicia social y compromiso con los más vulnerables.
Mar del Plata, con este gesto, reafirma su identidad como una ciudad abierta al mundo, que valora y reconoce a aquellos que, desde diferentes ámbitos, contribuyen a la construcción de un mundo mejor. La calle “Papa Francisco” y el monumento en la Plaza San Martín serán, sin duda, nuevos puntos de referencia para los marplatenses y visitantes, invitándolos a reflexionar sobre el legado de un líder espiritual que ha trascendido fronteras.