La ciudad de Mar del Plata, emblemático destino turístico argentino, se prepara para rendir un merecido homenaje a uno de sus visitantes más ilustres y queridos: Carlitos Balá. Tras setenta años de presencia ininterrumpida en las temporadas veraniegas, el inolvidable actor y comediante, creador de personajes entrañables y frases icónicas, será recordado con un monumento que se emplazará en la costa marplatense.
La iniciativa surge de los vecinos del Edificio Demetrio Eliades, popularmente conocido como Edificio Havanna, donde Carlitos Balá poseía un departamento y pasaba largas temporadas desde diciembre hasta marzo. A tres años de su fallecimiento, la comunidad consorcial ha elevado un proyecto al Municipio para perpetuar la memoria de este ícono del espectáculo infantil.
“Es la intención de los integrantes de la comunidad consorcial del edificio Demetrio Eliades […] que se le rinda homenaje a su vecino más ilustre, Carlitos Balá, quien en vida fuera propietario de un departamento”, se expresa en el documento presentado a las autoridades locales.
Los vecinos argumentan que, durante más de siete décadas, Balá fue una figura central en la temporada marplatense. Su presencia era habitual en Playa Grande, donde disfrutaba del sol y el mar, y en las calles de la ciudad, donde saludaba a los transeúntes y compartía momentos con sus admiradores. “Durante 65 años veraneó de manera interrumpida en Mar del Plata. Llegaba junto a su mujer, Marta Venturino, y sus hijos Laura y Martín en enero, y solía quedarse hasta mediados de marzo. Tenía su departamento en el edificio Demetrio Eliades (Edificio Havanna) y pasaba gran parte de sus días en Playa Grande”, detallan los impulsores del proyecto.
Carlitos Balá, con su humor blanco y su carisma inigualable, marcó a varias generaciones de niños y adultos. Su paso por la televisión, el cine y el teatro dejó una huella imborrable en la cultura popular argentina. En Mar del Plata, su presencia era sinónimo de alegría y entretenimiento. “Carlitos Balá marcó toda una época del espectáculo para los niños y en cada verano elegía Mar del Plata como escenario de innumerables éxitos. En la icónica Carpa Multicolor, frente a la rambla Casino, encabezaba su tradicional show con la participación de malabaristas, equilibristas, patinadores, contorsionistas, juegos y entretenimientos”, recuerdan sus vecinos.
Más allá de los espectáculos, Carlitos Balá disfrutaba de la sencillez de la vida cotidiana en Mar del Plata. “Además de disfrutar de la playa y de la gente que se cruzaba por la calle y lo paraba para saludarlo, pedirle una foto o un autógrafo, Carlitos fue parte de la cartelera de espectáculos durante muchos años”, señalan los vecinos.
En una de sus últimas entrevistas, el propio Carlitos Balá expresó su amor por Mar del Plata: “Antes venía manejando el auto, pero ahora que lo tengo en venta me traen mis hijos o nietos, ellos también aman Mar del Plata porque desde chicos los traje mientras yo trabajaba”, confesó el cómico, dejando en claro su arraigo a la ciudad que lo adoptó como uno de sus hijos dilectos.
La iniciativa de erigir un monumento a Carlitos Balá en la costa marplatense es un justo reconocimiento a su trayectoria y a su vínculo especial con la ciudad. Será un lugar de encuentro para recordar su legado y celebrar su humor, que sigue vivo en el corazón de grandes y chicos.