Mar del Plata, la vibrante ciudad costera, alberga una rica tapeztería de barrios, cada uno con su propia historia y personalidad. Según el censo de 2022, General Pueyrredon, el partido al que pertenece Mar del Plata, cuenta con 682.605 habitantes distribuidos en 348.264 viviendas particulares y 742 viviendas colectivas, todo ello dentro de sus 124 barrios oficialmente reconocidos. Sin embargo, la realidad barrial marplatense es mucho más compleja y fascinante que lo que reflejan los fríos datos catastrales.
La identidad barrial en Mar del Plata a menudo trasciende las delimitaciones oficiales. Existen barrios que son conocidos popularmente por nombres distintos a los que figuran en los mapas, otros que han surgido de manera espontánea y aún no han sido incorporados al registro oficial, y hasta diminutos rincones con denominaciones sorprendentes. Incluso, algunas calles, a pesar de haber cambiado de nombre, siguen siendo identificadas por los vecinos con su antigua nomenclatura, demostrando el arraigo y la persistencia de la memoria colectiva.
El Caso Emblemático de Chauvín: Un Barrio Aspiracional
Un ejemplo paradigmático de esta realidad es el famoso Barrio Chauvín. A pesar de que la denominación “Chauvín” es ampliamente utilizada por los marplatenses para referirse a la zona delimitada por las avenidas Juan B. Justo, Matheu, Córdoba y Mitre, el barrio no figura como tal en los registros oficiales de la ciudad. El nombre proviene de la antigua “Villa Chauvín”, una floreciente creación de Francisco Chauvín, un florista que cultivaba flores en un espacio adornado con fuentes y esculturas. Esta villa, que llegó a emplear a unas 60 personas, era un lugar de encuentro para la alta sociedad de la época, incluyendo a Marcelo T. de Alvear y su esposa Regina. Aunque Villa Chauvín cerró sus puertas en 1935, el nombre perduró en la memoria colectiva, convirtiéndose en sinónimo de la zona y adquiriendo un carácter “aspiracional”, como señalan desde el centro cultural homónimo.
Nombres Propios que Marcan Territorio: La Zulema y Don Diego
La historia de “La Zulema” es otro ejemplo de cómo la tradición oral y la memoria popular pueden dar forma a la identidad barrial. Se cuenta que, a principios del siglo XX, una familia árabe se estableció en la zona de Luro al fondo, impulsando el desarrollo del área. La leyenda atribuye el nombre “La Zulema” a la hija de esta familia, una joven de gran belleza en cuyo honor se denominó la propiedad familiar. Con el tiempo, el nombre se extendió a toda la zona circundante, aunque nunca llegó a ser reconocido oficialmente en los planos de la ciudad.
Un caso diferente es el de Don Diego. Este barrio, delimitado por las calles Mario Bravo, Cacique Chuyantuya (ex 91), avenida Centeno (continuación de Antártida Argentina) y 10 de Febrero (continuación de Talcahuano), fue reconocido oficialmente en 2012, y su sociedad de fomento obtuvo personería jurídica en 2015. Sin embargo, a pesar de estos avances, Don Diego aún no figura en el plano catastral de la ciudad, lo que demuestra las dificultades burocráticas y la lentitud de los procesos administrativos.
Geografía, Historia y Referencias Urbanas: La Diversidad de los Nombres Barriales
Además de los nombres ligados a personajes o historias particulares, Mar del Plata cuenta con barrios cuyos nombres evocan accidentes geográficos, como Quebrada de Peralta Ramos, Colina Alegre o Lomas del Golf. Otros hacen referencia a puntos de referencia urbanos, como “Termas Huinco”, “Aeroparque”, “Puerto” o “Faro”. También existen barrios que toman su nombre de alguna esquina emblemática, como “Funes y San Lorenzo” o “Cerrito y San Salvador”, aunque esto puede generar confusiones.
Los Orígenes de la Ciudad: Laguna de los Padres, Sierras y Santa Cecilia
Los orígenes de Mar del Plata se remontan a tres puntos clave: la Laguna de los Padres, las Sierras y el barrio de Santa Cecilia. Si bien el ingeniero Carlos de Chapearouge trazó las calles y urbanizó la ciudad a partir de la construcción de la iglesia de Santa Cecilia en 1873, el primer mapa de la ciudad que se conserva en la Facultad de Ciencias Económicas toma como punto de partida la Laguna de los Padres. Este lugar fue escenario de la Misión de Nuestra Señora del Pilar del Vuulcan, fundada por misioneros jesuitas en 1746.
A pesar de la importancia histórica de la Laguna de los Padres, la manzana fundacional de la ciudad se considera que es la comprendida por las calles Córdoba, 3 de Febrero, Santiago del Estero y 9 de Julio, donde se encuentra la Capilla Santa Cecilia, un hito arquitectónico que aún conserva valiosas casonas de época.
En definitiva, la identidad barrial de Mar del Plata es un mosaico complejo y fascinante, donde la historia, la geografía, la memoria colectiva y las particularidades de cada rincón se entrelazan para crear un sentido de pertenencia único e irrepetible. Más allá de los mapas y los registros oficiales, son los vecinos y sus historias quienes dan vida a los barrios, convirtiéndolos en el alma de la ciudad.