El capítulo de Marcos Rojo en Boca Juniors parece estar llegando a su conclusión. A sus 35 años, el experimentado defensor ha sido informado por el cuerpo técnico de que no entra en los planes para la nueva etapa del equipo, lo que lo ha llevado a entrenar de forma separada del resto del plantel. En el horizonte se vislumbra un posible retorno a Estudiantes de La Plata, el club que lo vio nacer como futbolista, aunque las negociaciones están envueltas en una compleja trama de tensiones deportivas, institucionales e incluso emocionales.
En medio de este proceso de desvinculación, Rojo ha recurrido a sus redes sociales, específicamente Instagram, para expresar sus sentimientos. Sus publicaciones no han pasado desapercibidas, generando diversas interpretaciones en el mundo del fútbol. En una de ellas, compartió una imagen suya entrenando, acompañada de la letra de la canción “Ahora y Siempre” de Quevedo, resaltando versos como: “Estoy haciendo lo que me hace feliz y lo que me duele a mí me da poder”. Una clara declaración de intenciones en un momento personal delicado.
En una segunda publicación, el mensaje fue aún más directo y contundente. Utilizando fragmentos de la canción “Cuando Me Ven” de Myke Towers, Rojo lanzó una frase que muchos interpretaron como un dardo envenenado hacia la dirigencia de Boca o hacia aquellos que lo critican: “Me celan porque como yo quieren ser y no pueden ni volviendo a nacer”. Si bien no hubo destinatarios explícitos, la ambigüedad del mensaje alimentó las especulaciones y el debate en torno a su situación.
Mientras tanto, en el predio del club, Rojo continúa entrenando en solitario, mientras su nombre resuena con fuerza en La Plata. Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, ha confirmado públicamente el interés del club en repatriar al defensor. “Tuve una charla con Marcos. Compartimos historia en el club y campeonatos, pero no es un tema personal conmigo”, declaró Verón, intentando desmarcarse de cualquier motivación ajena a lo deportivo.
Sin embargo, el camino de regreso no estará exento de obstáculos. Un sector de la hinchada de Estudiantes aún no olvida ciertas actitudes del pasado de Rojo, y la barra brava del club, Los Leales, ha emitido un comunicado contundente calificándolo de “traidor”. Verón reconoció que será necesario “aclarar algunas cuestiones con el hincha” y sugirió la posibilidad de que Rojo deba “pedir disculpas” para sanar viejas heridas.
La realidad es que Rojo no disputa un partido oficial desde abril, y su salida de Boca parece un hecho consumado. Lo que en su momento fue una apuesta ambiciosa del club, que incluso lo designó como capitán y referente, ha derivado en un ciclo desgastado y con un final previsible. Los desencuentros con el cuerpo técnico y la dirigencia han terminado por marginarlo del proyecto actual.
Ahora, todas las miradas se centran en Estudiantes. Un posible regreso al club que lo formó como futbolista podría representar su última gran oportunidad en el fútbol argentino. Sin embargo, el contexto es complejo, marcado por emociones encontradas, divisiones internas y la imperiosa necesidad de reconstruir puentes rotos. El futuro de Marcos Rojo se encuentra en una encrucijada, donde deberá superar obstáculos deportivos y personales para volver a brillar en el campo de juego.