La llegada de Marcos Rojo a Racing Club de Avellaneda, un movimiento que generó gran expectativa entre los aficionados, se ha visto empañada por un inesperado obstáculo reglamentario. El defensor central, proveniente de Boca Juniors, se encuentra actualmente imposibilitado para disputar el Torneo Clausura 2025 debido a una normativa específica de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
El problema radica en la fecha en que se concretó la salida de Rojo de Boca Juniors. Según fuentes oficiales, la rescisión de su contrato se formalizó después del 24 de julio de 2025. Esta fecha es crucial, ya que el reglamento de la AFA establece un límite para la inscripción de jugadores libres que hayan quedado sin contrato después de dicha fecha.
El artículo 19.2.4 del reglamento de la AFA es claro al respecto: los clubes no pueden incorporar jugadores libres cuya desvinculación contractual se haya producido con posterioridad a las 18:00 horas del 24 de julio. La norma, textualmente, indica: “En el caso de jugadores libres, solamente podrán ser registrados con posterioridad a las 18:00 horas del 24 de julio de 2025, en caso de que la libertad de contratación hubiera ocurrido con anterioridad a dicha fecha”. La interpretación de este artículo impide, por ahora, que Rojo pueda ser inscripto para el torneo local.
Ante esta situación inesperada, tanto el propio Marcos Rojo como el presidente de Racing, Diego Milito, han tomado cartas en el asunto. Se han comunicado con la dirigencia de Boca Juniors con el objetivo de explorar una solución: la disolución formal de la rescisión de contrato original. Esta medida, aunque compleja, abriría la puerta a una nueva negociación que sí cumpla con los requisitos reglamentarios de la AFA. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial por parte del club xeneize.
A pesar de la incertidumbre en el ámbito local, Racing ha decidido incluir a Marcos Rojo, de manera provisoria, en la lista de buena fe para los octavos de final de la Copa Libertadores. Esta decisión está sujeta a la aprobación final de la CONMEBOL, la confederación sudamericana de fútbol. La participación del defensor en los cruciales partidos frente a Peñarol, por lo tanto, aún se encuentra en el aire.
La situación genera una palpable preocupación en el seno del club de Avellaneda. Marcos Rojo era considerado uno de los refuerzos estrella de la temporada, y su experiencia y jerarquía eran vistas como un activo fundamental para afrontar los desafíos que se avecinan. Su liderazgo en la defensa y su capacidad para aportar solidez al equipo eran aspectos que el cuerpo técnico valoraba enormemente. Para que Rojo pueda finalmente competir en el torneo local, se necesita una acción concreta por parte de Boca Juniors, que hasta ahora ha optado por mantener silencio ante las gestiones realizadas por Racing.
En resumen, la llegada de Marcos Rojo a Racing, que prometía ser un refuerzo clave, se ha visto complicada por un error administrativo que ha puesto en evidencia la importancia de conocer a fondo el reglamento. La esperanza reside ahora en una posible solución que involucre a Boca Juniors, pero el tiempo apremia y la incertidumbre persiste.