Un escalofriante suceso ha sacudido la provincia de Mendoza, Argentina. Analía Rosa Peralta, una mujer que construyó una elaborada identidad falsa en las redes sociales, ha sido formalmente acusada del asesinato de su hija recién nacida. La fiscal Claudia Ríos, al frente de la investigación, ha imputado a Peralta por “homicidio agravado por el vínculo”, un delito que conlleva la pena máxima de prisión perpetua en Argentina.
La historia de Peralta es una intrincada red de engaños. En su perfil de Facebook, se presentaba bajo el nombre de Názli Ajathliaz, ostentando una supuesta profesión como “sexóloga, enfermera y mamá de un hermoso príncipe”. Afirmaba haber cursado estudios en prestigiosas instituciones como la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad Tecnológica de Panamá. Para añadir mayor credibilidad a su personaje, incluso aseguraba haber nacido en Turquía.
En una de sus últimas publicaciones, fechada el 12 de mayo, Peralta se mostraba orgullosa de su labor como enfermera, expresando su satisfacción por “salvar y cuidar vidas… aunque no valoren nuestro esfuerzo”. Paralelamente, promocionaba una variedad de productos relacionados con la sexología y los sex shops, alimentando aún más la imagen de una profesional multifacética y exitosa.
Sin embargo, detrás de esta fachada cuidadosamente construida, se ocultaba una realidad mucho más oscura. Durante aproximadamente ocho meses, Peralta mantuvo una relación sentimental con el hijo de la propietaria de una vivienda en el barrio Vicente Martino, en la localidad de Las Heras. A la familia de su pareja, les hizo creer que estaba embarazada de cuatro meses. El fatídico martes 15 de julio, dio a luz en secreto dentro de la casa.
Ese mismo día, Peralta ingresó a la guardia del Hospital Lagomaggiore presentando fuertes pérdidas de sangre. Durante el examen médico, se detectaron restos de placenta, lo que despertó las sospechas del personal sanitario. Al ser interrogada sobre la posibilidad de haber tenido un parto reciente, Peralta respondió afirmativamente, pero afirmó que el nacimiento había ocurrido cuatro meses atrás y que su hija se encontraba en su domicilio.
La inconsistencia en sus declaraciones generó una alerta en el hospital, que inmediatamente denunció el caso a las autoridades judiciales. Las fuerzas de seguridad se dirigieron a la vivienda señalada por Peralta, donde encontraron el cuerpo sin vida de la recién nacida. El cadáver fue trasladado al Cuerpo Médico Forense para la realización de la autopsia, mientras que la habitación donde se produjo el parto fue minuciosamente inspeccionada en busca de pruebas.
La investigación llevada a cabo por el Ministerio Público Fiscal confirmó las peores sospechas: se trataba de un homicidio. La principal hipótesis que se maneja es que Peralta asfixió a su propia hija utilizando una bolsa de nylon. Tras recibir el alta médica, la imputada fue trasladada a la Unidad 3 Penal de Mujeres en el Complejo Penitenciario Almafuerte II de Cacheuta, donde permanece detenida a la espera del avance del proceso judicial.
Este caso ha generado una profunda consternación en la sociedad mendocina, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por la elaborada farsa que Peralta construyó en torno a su identidad. La investigación continúa en curso, buscando esclarecer todos los detalles de este trágico suceso y determinar las motivaciones que llevaron a la acusada a cometer este horrendo acto.