En una revelación que dejó atónitos a los presentes, la modelo y panelista Natalie Weber compartió un peculiar secreto durante su participación en el programa de Mirtha Legrand. La conversación, que giraba en torno a las relaciones y la confianza, tomó un giro inesperado cuando Weber confesó una práctica poco convencional que utilizaba para controlar sus celos en su relación con el futbolista Mauro Zárate.
Después de más de una década juntos, la pareja ha enfrentado altibajos, como cualquier relación duradera. Sin embargo, la confesión de Weber sobre sus métodos para lidiar con la desconfianza sorprendió incluso a la experimentada Mirtha Legrand. Ante la insistencia de la legendaria conductora, Weber admitió sin tapujos: “Cuando salía de fiesta, yo le olfateaba los calzones”.
La reacción en el estudio fue de sorpresa y desconcierto. La propia Mirtha Legrand quedó momentáneamente sin palabras ante la franqueza de la confesión. La revelación surgió a raíz de un comentario de Moria Casán, también presente en la mesa, quien describió a Weber como “extremadamente celosa”.
Lejos de negar la acusación, Weber admitió no solo su naturaleza celosa, sino también que, en ocasiones, aún revisa el teléfono celular de su esposo. “Él se está enterando ahora igual”, bromeó, dejando claro que la desconfianza persiste, aunque en menor medida. La confesión sobre la revisión de la ropa interior generó una reacción tardía pero contundente de Mirtha Legrand, quien exclamó con incredulidad: “¡Pero qué horrible! ¡No me digan eso!”.
Ante el asombro generalizado, la modelo se apresuró a aclarar: “Ahora ya estoy recuperada, ya no hago más eso hace bastante tiempo”. Reconoció que su comportamiento anterior era impulsado por la inseguridad y los celos, pero que ha trabajado para superar esas tendencias. La confesión de Weber desató un debate sobre los límites de la confianza y la privacidad en una relación. ¿Dónde se traza la línea entre protegerse y invadir la intimidad del otro?
Además de su inusual método para detectar infidelidades, Weber también defendió su decisión de tener habitaciones separadas con Zárate para “conservar la pasión”. Argumentó que esta práctica les permite mantener la chispa en su relación al tener espacios individuales y momentos de encuentro más significativos. Sin embargo, esta confesión no escapó al humor de Moria Casán, quien la tildó de “muy tóxica” tras la serie de revelaciones.
La franqueza de Natalie Weber al compartir sus experiencias personales, tanto positivas como negativas, generó una amplia repercusión en los medios y en las redes sociales. Si bien algunos criticaron sus métodos poco convencionales, otros elogiaron su honestidad y valentía al hablar abiertamente sobre temas tabúes relacionados con la confianza y los celos en las relaciones de pareja.
Este incidente pone de manifiesto la complejidad de las relaciones modernas y la necesidad de encontrar estrategias saludables para lidiar con la desconfianza y mantener la llama del amor viva. La historia de Natalie Weber y Mauro Zárate, con sus peculiaridades y controversias, es un recordatorio de que cada pareja es un mundo y que no existen fórmulas mágicas para el éxito a largo plazo.