El barrio Cerrito Sur de Mar del Plata se encuentra sumido en un clima de temor e incertidumbre debido a una alarmante ola de robos violentos. Los residentes denuncian una creciente frecuencia de entraderas, asaltos a cualquier hora del día y la presencia constante de individuos sospechosos en motocicletas, generando una sensación de desprotección y abandono por parte de las autoridades competentes.
Cansados de lo que perciben como una falta de respuesta efectiva, los vecinos han alzado la voz para exponer la crítica situación que atraviesan. Relatan experiencias escalofriantes y demandan medidas urgentes para garantizar su seguridad y bienestar.
“Se han realizado denuncias y se han presentado pruebas de los robos, pero la situación no mejora. Incluso, ha empeorado”, declaró un vecino, quien prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias. “Hemos llegado a tener hasta cuatro incidentes en una semana y media, en un radio de apenas dos cuadras. Necesitamos que se declare al barrio Cerrito Sur como una ‘zona roja’ y que se destine personal de Prefectura para patrullar y disuadir a los delincuentes”.
El anonimato, según explican los vecinos, es una medida de precaución necesaria. “La gente tiene miedo de denunciar porque los delincuentes son peligrosos. Un vecino que reclamó por un robo a una joven fue brutalmente golpeado, su casa fue baleada y perdió piezas dentales”, lamentó el residente.
Los hechos delictivos son variados y cada vez más audaces. Recientemente, un ladrón ingresó a una vivienda en la zona de Gianelli y Nápoles, irrumpió en la habitación de una niña y sustrajo un televisor de 50 pulgadas. El delincuente huyó a pie, cargando el voluminoso aparato a través de los muros de la propiedad.
Sin embargo, el incidente más impactante ocurrió en la madrugada del 14 de junio, cuando un joven de 28 años fue sorprendido por dos asaltantes en su propia casa. “Me desperté con un cuchillo en la garganta”, relató la víctima en su denuncia policial. “Eran alrededor de las 6:30 de la mañana y escuché ruidos en la cocina, pero pensé que era mi hermano. De repente, entraron dos hombres, uno de ellos con un cuchillo que era mío. Me lo puso en el cuello, mientras el otro me tapaba la cara y me golpeaba, exigiéndome que me quedara tranquilo”.
La situación tomó un giro aún más insólito cuando los delincuentes decidieron cambiarse de ropa frente a la víctima. “Se pusieron ropa deportiva que yo vendo”, explicó el joven. “Cuando estaban por irse, mi hermano se despertó y empezó a gritar. Uno de los ladrones intentó golpearlo, pero finalmente huyeron. Alcancé a ver que había un cómplice afuera, haciendo de campana”.
Los vecinos aseguran que los robos son solo la punta del iceberg. “Hace poco, una mujer fue atropellada por un delincuente que huía después de cometer un robo en Gianelli y Gutemberg. Vemos constantemente motos y gente extraña que merodea las casas, seguramente planeando futuros atracos”, denunció otro residente.
La comunidad de Cerrito Sur se siente abandonada y exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades. “Lo que le pasó al vecino, lo de la cuchilla en el cuello, fue lo más grave que hemos vivido. Estos delincuentes no tienen piedad. Necesitamos que venga Prefectura. No podemos seguir viviendo así”, concluyó un vecino desesperado.