La creciente preocupación por la seguridad ciudadana se intensifica tras un nuevo intento de robo perpetrado por un grupo de jóvenes en el corazón de la ciudad. Vecinos de zonas céntricas como La Perla, Constitución y la costa han expresado su alarma ante la persistencia de estos actos delictivos, caracterizados por la violencia y el uso de bicicletas como herramienta para forzar accesos.
Durante meses, esta banda, descrita por los residentes como un grupo de delincuentes de corta edad, ha mantenido en vilo a la comunidad. Su modus operandi, consistente en atacar y tratar de vulnerar edificios residenciales, se ha repetido en varias ocasiones, generando un clima de temor e incertidumbre.
A pesar de las denuncias realizadas ante las autoridades y los esfuerzos iniciales de la policía por rastrear a los responsables, los operativos no han dado resultados concretos. La falta de detenciones ha alimentado la sensación de impunidad y ha motivado a los delincuentes a continuar con sus actividades.
El incidente más reciente tuvo lugar a plena luz del día, cuando al menos cinco jóvenes intentaron ingresar por la fuerza a un edificio ubicado en la calle Rawson, entre Córdoba y Santiago del Estero. El intento de intrusión, captado por cámaras de seguridad, muestra a los individuos empleando la fuerza para abrir el portón del garaje.
Lucía, hija de dos propietarios del edificio, relató a 0223: “Sucedió en pleno mediodía y es la primera vez que nos pasa”. La joven proporcionó un video que evidencia la persistencia de los delincuentes en su intento de acceder al inmueble.
“Buscaron forzarlo y no pudieron, y también le dieron patadas a la puerta de entrada pero tampoco lograron abrirla”, añadió Lucía, describiendo los esfuerzos fallidos de los jóvenes por vulnerar las defensas del edificio.
El sentimiento de vulnerabilidad se ha extendido entre los residentes de la zona. “Estamos con miedo a la noche, a pesar de que tenemos alarma y seguridad en las puertas. No podemos vivir así”, expresó una vecina, víctima de un robo anterior en un edificio de Brown y Catamarca.
Administradores de edificios han confirmado la identificación del grupo delictivo y han instado a las autoridades a reforzar los patrullajes policiales en las zonas consideradas de mayor riesgo. La presencia policial, según afirman, es fundamental para disuadir a los delincuentes y brindar mayor seguridad a los vecinos.
La situación plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad existentes y la necesidad de implementar estrategias más robustas para combatir la delincuencia juvenil. La colaboración entre vecinos, administradores de edificios y fuerzas de seguridad se presenta como un elemento clave para hacer frente a esta problemática y restaurar la tranquilidad en los barrios afectados.
Este incidente subraya la urgencia de abordar las causas subyacentes de la delincuencia juvenil y de promover políticas sociales que ofrezcan oportunidades a los jóvenes en riesgo. La prevención, la educación y la reinserción social son pilares fundamentales para construir una sociedad más segura y justa para todos.