La tranquilidad del barrio Colinas de Peralta Ramos, en Mar del Plata, se vio interrumpida por un preocupante incidente de inseguridad. Un intento de robo, perpetrado con violencia contra una vivienda familiar, ha dejado a sus habitantes en estado de alerta y con la firme decisión de buscar un nuevo lugar para vivir.
El suceso ocurrió el pasado martes alrededor de las 21:30 horas, cuando un delincuente intentó forzar la puerta de entrada de una casa a patadas. Las cámaras de seguridad de la zona captaron el momento del ataque, revelando la persistencia y agresividad del ladrón. Afortunadamente, en ese instante, la vivienda se encontraba desocupada, ya que sus propietarios estaban asistiendo al velorio de un ser querido.
Romina, la dueña de la casa, relató con angustia cómo se enteraron del incidente gracias a la alerta de sus vecinos. “Intentaron entrar tres veces. Cuando volvimos, nos encontramos con la puerta destrozada. A la vecina de al lado también le intentaron forzar el portón”, explicó a los medios locales. La imagen de la puerta violentada, símbolo de la vulnerabilidad a la que fueron expuestos, es un recordatorio constante del trauma vivido.
Este no es el primer episodio delictivo que sufre la familia. Romina lamentó que, hace aproximadamente seis meses, les robaron la moto desde el mismo domicilio. La repetición de estos hechos ha generado un profundo sentimiento de inseguridad y la pérdida de la confianza en el entorno. “Hace siete años que vivimos acá, pero estamos buscando alquiler en otra zona porque esto se ha puesto muy peligroso. En la cuadra éramos los únicos a los que no habían entrado”, confesó Romina, evidenciando la creciente preocupación entre los residentes del barrio.
La denuncia del intento de robo fue radicada en la Comisaría Tercera. Sin embargo, la vecina expresó su frustración ante la aparente falta de patrullaje policial en la zona. “Muy rara vez se ve patrullaje”, afirmó, lo que agrava aún más la sensación de desprotección y vulnerabilidad que experimentan los vecinos.
La principal preocupación de Romina y su pareja es la seguridad de sus dos hijos pequeños. “Estamos con miedo porque tenemos dos nenes chiquitos, pero gracias a Dios no estábamos adentro”, expresó con alivio y a la vez con profunda inquietud. La posibilidad de que sus hijos hubieran presenciado el ataque o, peor aún, que hubieran resultado heridos, es una pesadilla que los impulsa a buscar un nuevo hogar donde puedan sentirse seguros y protegidos.
Este incidente pone de manifiesto la creciente problemática de la inseguridad en la ciudad y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y control del delito. La historia de Romina y su familia es un llamado de atención a las autoridades y a la comunidad en general, para trabajar juntos en la construcción de entornos más seguros y protegidos para todos los ciudadanos.
La búsqueda de un nuevo hogar se convierte ahora en una prioridad para esta familia, que anhela recuperar la tranquilidad y la seguridad perdidas. Esperan encontrar un lugar donde puedan criar a sus hijos sin el temor constante a ser víctimas de la delincuencia.