Ola de Inseguridad en Edificios: Encargados Exigen Medidas Urgentes

La creciente ola de robos, caracterizada por modalidades innovadoras y un aumento en la violencia, ha puesto en alerta a los encargados de edificios en las zonas céntricas y de La Perla en Mar del Plata. Estos trabajadores, que se encuentran en la primera línea de defensa de la seguridad de los inmuebles, demandan acciones concretas e inmediatas para proteger tanto a los residentes como a sí mismos.

Pablo Ravagni, secretario gremial del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Sutheryh), expresó su preocupación en una entrevista. Señaló que los edificios sin encargado permanente son particularmente vulnerables. La presencia constante de un encargado, su conocimiento del movimiento interno y su capacidad para identificar a los residentes y visitantes, son elementos disuasorios importantes.

Las bandas delictivas, según se ha observado, están empleando tácticas cada vez más sofisticadas. Desde el uso de bicicletas y objetos contundentes para forzar entradas, hasta la reaparición de los llamados “hombres araña” que escalan edificios para saquear departamentos, la creatividad de los ladrones parece no tener límites. Incluso los sistemas de seguridad más modernos, como las cerraduras electrónicas, han demostrado ser vulnerables ante la determinación de los delincuentes.

Ravagni enfatizó la necesidad de un mayor control sobre las personas que acceden a los edificios. La negligencia de algunos residentes, que dejan puertas abiertas o permiten el ingreso de desconocidos, facilita la labor de los ladrones. Además, la lentitud en la respuesta policial agrava la situación, generando una sensación de desamparo entre los encargados y los residentes.

Otro factor que contribuye a la inseguridad es la presencia de personas en situación de calle, que, aunque no siempre están directamente involucradas en los robos, pueden facilitar la comisión de delitos al entrar y salir de los edificios sin control. Los encargados denuncian la existencia de “zonas liberadas”, donde la impunidad es palpable y las amenazas son una constante. En este contexto, la instalación de cámaras de seguridad, si bien puede ser útil, no es una solución integral. A menudo, estas cámaras son utilizadas por los administradores para controlar a los trabajadores, en lugar de prevenir o resolver los robos.