En un incidente que ha conmocionado a la comunidad de Las Avenidas, en Mar del Plata, dos jóvenes fueron víctimas de un audaz robo de motocicleta a plena luz del día. El suceso, ocurrido alrededor de las 17:27 del martes, pone de manifiesto la creciente sensación de inseguridad que permea la zona y la impotencia de los vecinos ante la persistente actividad delictiva.
Las jóvenes se dirigían en motocicleta a visitar a su madre y hermana, un encuentro familiar que se vio abruptamente interrumpido al llegar a la intersección de Matteotti y Gaboto. En cuestión de segundos, dos individuos a bordo de otra motocicleta las interceptaron, perpetrando el robo en un abrir y cerrar de ojos. La rapidez y la audacia del ataque dejaron a las víctimas sin capacidad de reacción, y a los vecinos, atónitos ante la impunidad de los delincuentes.
“Escuché los gritos y vivo a tres viviendas”, relató Carolina, una vecina del barrio, evidenciando la cercanía del delito y el impacto que este tipo de incidentes tiene en la vida cotidiana de la comunidad. Carolina, quien también ha sido víctima de la delincuencia en el pasado, recuerda un episodio similar ocurrido hace cuatro años, cuando fue asaltada al llegar a su casa en automóvil. Esta experiencia la ha llevado, junto con otros vecinos, a organizarse a través de un sistema de alarmas vecinales, una medida que, lamentablemente, no fue suficiente para prevenir el reciente robo.
“Ayer hicimos sonar la vecinal, pero ya era tarde”, lamentó Carolina, reflejando la frustración y la impotencia que sienten los vecinos ante la ineficacia de las medidas de seguridad existentes. A pesar de contar con cámaras de seguridad, los delincuentes parecen no amedrentarse, actuando con total descaro y desafiando la vigilancia vecinal.
El modus operandi de los delincuentes, quienes aceleran para alcanzar a sus víctimas y forcejean con ellas para concretar el robo, evidencia una planificación y una determinación preocupantes. Ni siquiera los gritos de auxilio de las víctimas logran disuadir a los asaltantes, quienes consuman el delito en apenas 10 segundos, dejando a su paso una estela de angustia y temor.
La comunicación y la organización entre los vecinos, aunque valiosas, no parecen ser suficientes para hacer frente a la creciente ola de robos. La comunidad exige un refuerzo de la seguridad en la zona, ante la persistente presencia de motochorros que acechan a sus víctimas sin temor a ser detectados o detenidos. La falta de cámaras de seguridad disuasorias y la ineficacia de las alarmas vecinales contribuyen a crear un ambiente de impunidad que alienta la actividad delictiva.
Los vecinos de Las Avenidas claman por una mayor presencia policial, una mejora en la iluminación de las calles y una mayor coordinación entre las fuerzas de seguridad y la comunidad. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado se podrá combatir la inseguridad y devolver la tranquilidad a un barrio que se siente cada vez más vulnerable.
El robo de la motocicleta a estas dos jóvenes es un claro ejemplo de la problemática que afecta a numerosos barrios de Mar del Plata. La repetición de este tipo de incidentes genera una profunda angustia en las familias y socava la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana. Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes y eficaces para revertir esta situación y proteger a los ciudadanos de la creciente ola de delincuencia.