Una creciente ola de inseguridad ha sumido en el temor a los residentes de la zona comprendida entre Juan B. Justo y Talcahuano, en Mar del Plata. Vecinos denuncian la existencia de un presunto “aguantadero” que estaría operando en las cercanías, incrementando significativamente los robos y generando una sensación de vulnerabilidad constante.
La preocupación vecinal se intensificó tras la difusión de un video que muestra un intento de robo frustrado. En las imágenes, captadas alrededor de las 4 de la madrugada del lunes, se observa a un grupo de al menos seis jóvenes intentando forzar el acceso a un edificio ubicado en la calle Talcahuano, continuación de Córdoba, casi esquina Solís. Los delincuentes, actuando bajo la modalidad conocida como robo piraña, intentaron en repetidas ocasiones levantar el portón y violentar la cerradura principal.
“Esta vez llegaron a romper el portón, pero afortunadamente no lograron ingresar. Sin embargo, están obsesionados con este edificio. Hace aproximadamente un mes, sustrajeron dos bicicletas”, relató Julián, un vecino de la zona, visiblemente preocupado. “Ya sabemos que estos individuos residen en una estación de servicio abandonada ubicada en Juan B. Justo y Talcahuano. Tras realizar las denuncias correspondientes, el Municipio tapió la esquina hace unos dos meses, pero la medida no fue efectiva. Siguen viviendo allí, es un verdadero aguantadero”.
Julián explicó que, durante la tarde y la noche, la zona aledaña al Hospital de la Comunidad y la avenida Juan B. Justo se ha convertido en “tierra de nadie”. La modalidad de robo más frecuente, según el vecino, es el ataque tipo “piraña”, caracterizado por la acción coordinada de un grupo de jóvenes.
“Es un grupo de jóvenes los que andan merodeando constantemente. Y son los peores, porque no tienen nada que perder. Son capaces de matarte por nada”, concluyó el vecino, reflejando el sentimiento generalizado de temor e impotencia que embarga a la comunidad.
La situación ha generado un fuerte reclamo por parte de los vecinos, quienes exigen a las autoridades municipales y policiales una mayor presencia y medidas concretas para garantizar la seguridad en la zona. Solicitan un aumento de los patrullajes, la iluminación de calles y la implementación de programas de prevención del delito que permitan disuadir a los delincuentes y devolver la tranquilidad a los residentes.
El temor se agudiza por la cercanía del “aguantadero” al Hospital de la Comunidad, un centro de salud crucial para la ciudad. La presencia de delincuentes en las inmediaciones pone en riesgo no solo a los vecinos, sino también a los pacientes, médicos y personal hospitalario.
La problemática de la inseguridad en Mar del Plata, y en particular en esta zona específica, requiere una respuesta integral y coordinada por parte de todos los actores involucrados. La colaboración entre las autoridades, los vecinos y las organizaciones sociales es fundamental para encontrar soluciones efectivas y sostenibles que permitan recuperar la seguridad y la calidad de vida en la comunidad.