Una serie de robos dirigidos a conductores de aplicaciones de transporte en la ciudad ha desatado una investigación policial que ha logrado identificar a dos individuos como los presuntos responsables. La pesquisa, liderada por la Oficina contra el Delito de Propiedad Automotor (Odepa), culminó con un allanamiento en un domicilio, aunque sin el resultado esperado de la detención de los sospechosos.
Los incidentes, que han generado preocupación entre los trabajadores de plataformas como Uber y Didi, se caracterizan por la violencia y el despojo de vehículos y pertenencias. A pesar de la frustración por la falta de arrestos inmediatos, el operativo policial arrojó luz sobre la investigación al confiscar elementos de prueba que podrían ser cruciales para el avance del caso.
Cronología de los Delitos
El primer incidente registrado tuvo lugar el 28 de junio. Un conductor de Uber de 64 años denunció haber sido víctima de un robo a bordo de su Chevrolet Corsa. Según su testimonio, un pasajero lo abordó en la calle Labardén al 3400 y, al llegar a la intersección de Baigorrita y De Los Reservistas, lo despojó de su teléfono celular y una suma considerable de dinero, ascendente a 80.000 pesos.
El 15 de agosto, un conductor de Didi reportó un asalto similar. Tres individuos solicitaron un viaje en la intersección de Gutenberg y Rufino Inda, con destino a Cacique Tohel y Brumana. Una vez en el lugar indicado, los pasajeros lo amenazaron con un arma blanca, lo obligaron a descender del vehículo y se dieron a la fuga en su Ford Fiesta Max de color beige.
Apenas una semana después, una mujer de 44 años denunció el robo de su Fiat Palio. En este caso, la víctima fue interceptada por tres personas en la intersección de Polonia y Mario Bravo. Las autoridades destacaron que, a diferencia de los otros casos, este vehículo no se utilizaba para servicios de transporte de aplicaciones.
El incidente más reciente ocurrió el domingo pasado. Una conductora de Didi de 54 años alertó a las autoridades a través de una llamada al 911 sobre el robo de su Chevrolet Prisma en Catriel y Canessa. Gracias a la tecnología de geolocalización, el vehículo fue recuperado poco después en una vivienda ubicada en Goñi y García Lorca.
El Allanamiento y las Pruebas Recogidas
El miércoles, la policía llevó a cabo un allanamiento en una propiedad ubicada en la calle Goñi al 2900. Durante el operativo, se incautaron varios elementos de interés para la investigación, incluyendo una llave de ignición con control de alarma correspondiente al último vehículo robado, una cédula verde de otro de los automóviles sustraídos, prendas de vestir que se presume fueron utilizadas en los delitos, una cuchilla con mango marrón y hoja oxidada de aproximadamente 25 centímetros de longitud, y cinco teléfonos celulares.
A pesar del despliegue policial y la recolección de pruebas, los dos sospechosos no se encontraban en el domicilio al momento del allanamiento. Las autoridades continúan trabajando para dar con su paradero y llevarlos ante la justicia.
Implicaciones y Próximos Pasos
La serie de robos a conductores de aplicaciones ha generado un debate sobre la seguridad de estos trabajadores y la necesidad de implementar medidas preventivas. Las autoridades han instado a los conductores a tomar precauciones adicionales y a reportar cualquier actividad sospechosa a la policía.
La investigación continúa en curso, y se espera que las pruebas recolectadas durante el allanamiento permitan identificar y detener a los responsables de estos delitos. La comunidad de conductores de aplicaciones espera que este caso sirva como un punto de inflexión para mejorar su seguridad y prevenir futuros incidentes.