La tranquilidad de un edificio ubicado en la intersección de Salta y Matheu, en Mar del Plata, se ha visto perturbada por una serie de incidentes delictivos que han dejado a sus residentes en un estado de constante temor y frustración. En el más reciente episodio, la puerta de entrada del edificio fue violentada por cuarta vez, pero a diferencia de los incidentes anteriores, esta vez los intrusos tenían un claro objetivo: robar.
Según relatos de los vecinos, captados por las cámaras de seguridad del edificio, un grupo de individuos, posiblemente menores de edad, irrumpió en la cochera subterránea. Una vez dentro, se movieron con una familiaridad inquietante, como si estuvieran en su propio hogar. Intentaron llevarse varias bicicletas, pero sus esfuerzos se vieron frustrados por la presencia de candados de seguridad. Sin embargo, no se fueron con las manos vacías; un par de ojotas y herramientas de trabajo fueron sustraídas, dejando a los residentes aún más indignados.
“La sensación es de miedo”, confesó un inquilino, reflejando el sentir generalizado entre los habitantes del edificio. Los vecinos, cansados de la ineficacia de las advertencias internas a través de grupos de mensajería, decidieron contactar a los medios de comunicación en busca de una solución a esta problemática que parece no tener fin.
La frustración y el hartazgo son palpables en las declaraciones de los vecinos. “La verdad, ya estoy re podrida”, exclamó una residente, visiblemente exasperada. “Además de las ojotas, que son de mi pareja, se llevaron sus herramientas de trabajo”. La impotencia ante la repetición de estos incidentes ha llevado a los vecinos a considerar medidas más drásticas, como la instalación de una reja en la entrada del edificio, en un intento desesperado por frenar la ola de robos que azota la zona.
Este incidente se suma a una serie de robos y actos vandálicos que han afectado al edificio en los últimos tiempos. Lo que inicialmente parecían simples actos de vandalismo, ahora se han convertido en robos descarados, generando una creciente sensación de inseguridad entre los residentes. La impunidad con la que actúan los delincuentes, captada en video por las cámaras de seguridad, ha generado una profunda indignación y un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los vecinos.
La situación en el edificio de Salta y Matheu es un reflejo de la creciente preocupación por la seguridad en Mar del Plata. Los vecinos exigen una mayor presencia policial en la zona y la implementación de estrategias efectivas para combatir la delincuencia. La instalación de una reja en la entrada del edificio es solo una medida paliativa, una solución temporal a un problema que requiere una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades competentes.
Mientras tanto, los vecinos del edificio viven con el temor constante de ser víctimas de un nuevo robo. La tranquilidad de su hogar se ha visto perturbada por la presencia de delincuentes que parecen actuar con total impunidad. La esperanza de recuperar la paz y la seguridad en su edificio reside en la pronta intervención de las autoridades y en la implementación de medidas efectivas para combatir la delincuencia en la zona.