Reconfiguración Política en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon: Un Nuevo Panorama Tras las Elecciones

Reconfiguración Política en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon: Un Nuevo Panorama Tras las Elecciones

El Concejo Deliberante de General Pueyrredon se prepara para una transformación significativa a partir del 10 de diciembre. La consolidación de una alianza entre el Pro y La Libertad Avanza, junto con la probable desvinculación del radicalismo del esquema de gobierno vigente desde 2019, anticipan un nuevo escenario político. El interrogante principal reside en si la coalición gobernante podrá mantener su actual mayoría.

La unión entre las fuerzas del Pro y La Libertad Avanza se perfila como el elemento central de esta nueva etapa. Este pacto desplaza a la UCR, hasta ahora el principal aliado del gobierno liderado por Guillermo Montenegro, quien se prepara para asumir su banca como senador bonaerense, cediendo el mando a Agustín Neme.

Para asegurar una gestión fluida hasta las elecciones ejecutivas de 2027, el gobierno deberá priorizar la conservación de la mayoría en el Concejo Deliberante. Actualmente, el Pro y LLA suman cinco bancas, a las que se añade la Coalición Cívica, que en Mar del Plata continúa dentro de la alianza de derecha. Para retener la mayoría, la coalición necesita obtener ocho de las doce bancas en juego, un desafío considerable pero factible. Juntos por el Cambio ya logró una hazaña similar en 2021, cuando Fernanda Raverta y Gustavo Pulti compitieron con listas separadas.

El sistema D’Hont de distribución de bancas favorece a la lista ganadora en un contexto de fragmentación opositora. Este sistema también beneficia a las listas mayoritarias, al exigir superar el umbral del 8,33% para participar en la asignación de escaños. Para el gobierno, será crucial obtener un alto número de votos propios y evitar que terceras o cuartas fuerzas superen esta barrera, como aspiran Acción Marplatense y Nuevos Aires, el espacio impulsado por los radicales locales.

La diferencia entre los resultados de 2021 y 2023 es notable. En 2021, el oficialismo obtuvo ocho bancas con el 46,7% de los votos, mientras que en 2023 cayó a cinco bancas con el 41,2%. La clave reside en que en 2021 solo hubo reparto de bancas con el Frente de Todos, mientras que en 2023 La Libertad Avanza logró ingresar al Concejo. Un dato ilustra la dificultad: desde el retorno a la democracia, solo una vez una lista obtuvo ocho concejales cuando una tercera fuerza superó el umbral, cuando La Alianza arrasó en 1999 con la reelección de Elio Aprile. No existen precedentes de este tipo cuando la distribución se realiza entre cuatro listas.

Si la coalición no alcanza las ocho bancas y se queda en siete, La Libertad Avanza/Pro obtendría la Presidencia del Concejo Deliberante, una posición que los libertarios ambicionan. Esto les permitiría desempatar votaciones a su favor en caso de un eventual empate 12 a 12. Sin embargo, tendrían que ceder la mayoría en algunas comisiones, donde se debaten y aprueban las ordenanzas. Ya en su primer gobierno, Montenegro enfrentó comisiones opositoras que obstaculizaron algunos de sus proyectos.

Un resultado por debajo de los siete escaños haría imprescindible el apoyo de los dos concejales que mantendrá la UCR, un bloque que podría sumar más bancas si los electores así lo deciden. Maximiliano Abad, líder de los radicales, ya anunció la retirada de su sector del gobierno cuando Montenegro se marche, aunque el vínculo dependerá en gran medida de la relevancia legislativa que tenga su bloque.

El Rompecabezas Opositor

En cuanto a la oposición, la ruptura de Fuerza Patria ratifica la dinámica observada desde 2023, donde cada sector formó su propio bloque, sin apenas diálogo entre ellos. En la lista respaldada por Fernanda Raverta, el kirchnerismo mantiene dos bancas y debe renovar tres, mientras que el Frente Renovador mantiene una y renueva la misma cantidad. Esta es precisamente la composición interna de la lista encabezada por Mariana Cuesta, donde el Frente Renovador ocupa el tercer lugar con Solange Flores.

Para Acción Marplatense, cualquier banca que consiga será una ganancia. Su bloque solo tiene dos concejales electos en 2023, ya que en 2021 no alcanzó el piso del 8,33% y quedó fuera del reparto. La eventual composición del bloque también le dará protagonismo por la relevancia de los nombres propios: si Gustavo Pulti finalmente renuncia a su cargo de diputado provincial y asume como concejal, sería la primera vez desde el retorno democrático que un ex intendente se traslada al legislativo municipal.

Otras listas aspiran a complicar aún más el mapa de la oposición, buscando superar el umbral del 8,33%. Este escenario es más difícil sin PASO, lo que genera que el electorado se divida entre más opciones. El Frente de Izquierda con Rosa Mauregui, El Nuevo MAS con Laura Gómez y Sentido Común Marplatense con Rodolfo Manino Iriart son algunos de los que compiten por un lugar en el Concejo.