Reestructuración en Boca Juniors: Riquelme redefine el proyecto deportivo
Un giro inesperado sacude los cimientos de La Bombonera. Juan Román Riquelme, figura emblemática del club y actual presidente, ha tomado una decisión trascendental: la disolución del Consejo de Fútbol, órgano que había sido pilar fundamental de su gestión desde su llegada a la dirigencia. Esta reestructuración implica la salida de nombres importantes como Mauricio Serna y Raúl Cascini, mientras que Marcelo Delgado se mantendrá en el área deportiva, brindando continuidad a la gestión.
La decisión, madurada en los últimos días, se precipitó tras la derrota ante Huracán. Este resultado, sumado a tensiones internas y cuestionamientos al rumbo del equipo, impulsaron a Riquelme a tomar las riendas y replantear el futuro inmediato del club.
El Consejo de Fútbol, desde su creación, ha sido objeto de debate. Las críticas se centraron en la calidad de los refuerzos, la inestabilidad en el banquillo con constantes cambios de entrenadores, y la falta de una identidad futbolística definida. Estas críticas, tanto internas como externas, generaron un clima de creciente impaciencia entre los hinchas y la dirigencia.
Fuentes internas del club aseguran que la disolución del Consejo no fue una decisión impulsiva, sino el resultado de un análisis profundo y prolongado. El desgaste institucional era evidente, y la presión ejercida por la afición en cada encuentro demostraba un clima insostenible. Riquelme, consciente de la situación, optó por un cambio radical en la estructura deportiva.
Este nuevo escenario plantea interrogantes sobre el futuro del proyecto deportivo de Boca Juniors. ¿Quién asumirá ahora las decisiones clave en materia de fichajes y estrategia? ¿Se apostará por una figura de peso en la dirección deportiva o se optará por un modelo más técnico y colectivo? Por el momento, Riquelme concentra un poder aún mayor dentro de la institución.
La disolución del Consejo de Fútbol marca el final de una etapa que, si bien tuvo momentos destacados, no logró consolidar una estructura sólida y duradera. Riquelme, como máximo responsable, ya trabaja en la reconstrucción de Boca Juniors, buscando implementar nuevas ideas y un modelo de gestión renovado.
Si bien aún no hay confirmación oficial, se especula con la posible incorporación de una figura destacada al club para asumir el rol de manager deportivo. En los últimos días, el nombre de José Néstor Pekerman ha sonado con fuerza para ocupar este puesto, aportando su experiencia y visión estratégica al proyecto xeneize.
En resumen, la decisión de Riquelme representa un punto de inflexión en la historia reciente de Boca Juniors. La reestructuración del área deportiva busca revitalizar el proyecto futbolístico y devolver la ilusión a una afición exigente y apasionada.