La ciudad se encuentra conmocionada tras la detención de Sergio Lucero, un individuo de 45 años, acusado de la brutal violación de una feriante en la emblemática Plaza Rocha. Lo que ha generado aún mayor indignación es el descubrimiento de que Lucero ya había sido condenado previamente por un delito similar y se encontraba disfrutando del beneficio de la libertad asistida desde hace menos de un mes.
Según fuentes judiciales, Lucero fue sentenciado en mayo de 2018 a nueve años de prisión por abuso sexual agravado, tras un juicio llevado a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4. La fecha de cumplimiento total de su condena estaba prevista para el 29 de enero del próximo año. Sin embargo, a tan solo cuatro meses de finalizar su pena, el Juzgado de Ejecución Penal N°2 le otorgó la libertad asistida, amparándose en la Ley de Ejecución Penal. Esta decisión ha desatado una ola de críticas y cuestionamientos sobre los criterios utilizados para la concesión de este tipo de beneficios.
La Fiscalía de Ejecución, al tomar conocimiento de la nueva acusación y la solicitud de captura contra Lucero, actuó de inmediato, revocando el régimen de libertad asistida y ordenando su inmediata detención. El acusado fue trasladado a los tribunales para prestar declaración ante la Unidad Funcional de Instrucción N° 7, irónicamente la misma que intervino en la investigación que culminó con su primera condena. El Juzgado de Garantías N°3 también dictaminó su detención preventiva.
Detalles escalofriantes del ataque
El fiscal Carlos Russo, a cargo de la investigación, ha calificado el caso como “una causa muy espantosa”. Los hechos se remontan al viernes pasado, cuando Lucero, tras conocer a la víctima en un puesto de la feria de Plaza Rocha, la condujo a un domicilio particular en el barrio Jorge Newbery. Allí, según la denuncia, la sometió a una brutal agresión sexual que incluyó violencia física extrema. La gravedad de las lesiones sufridas por la víctima fue tal que requirió intervención quirúrgica de urgencia.
Las fuentes consultadas describen un escenario de horror, con la víctima sufriendo abusos por vía oral, vaginal y anal, e incluso la extracción de objetos extraños de su cuerpo. La Comisaría de la Mujer y la Familia, tras realizar las primeras investigaciones, remitió las actuaciones a la Unidad Funcional de Instrucción N°7. Una vez identificada la identidad de Lucero, se solicitó de inmediato su detención a la Jueza de Garantías Rosa Frende.
Tras su detención el miércoles, Lucero pasó la noche en la Unidad Penal N°44 de Batán. Se espera que regrese a este centro penitenciario tras su comparecencia en el octavo piso de los tribunales.
Implicaciones y controversias
Este caso ha reabierto el debate sobre la eficacia del sistema de reinserción social y la idoneidad de la libertad asistida para individuos con antecedentes por delitos graves. La comunidad exige una revisión exhaustiva de los protocolos y criterios utilizados para la concesión de estos beneficios, con el fin de evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. La sensación de inseguridad y la desconfianza en el sistema judicial se han incrementado tras conocerse los detalles de este caso, que ha puesto de manifiesto las falencias y los riesgos de una excarcelación prematura de delincuentes reincidentes.
La investigación continúa su curso, y se espera que en los próximos días se recaben nuevas pruebas y testimonios que permitan esclarecer todos los detalles de este aberrante crimen y garantizar que el responsable reciba la máxima pena posible.