Remodelación en la Fiscalía de Mar del Plata: Reubicaciones y Subrogaciones tras Jubilaciones y Ascensos

El sistema judicial del Departamento Judicial de Mar del Plata está experimentando una serie de cambios significativos que implican la reubicación de fiscales y la subrogación temporal de algunos cargos. Estos movimientos, impulsados por diversos factores, buscan asegurar la continuidad y eficiencia en la administración de justicia en la región.

Entre los motivos principales de estos cambios se encuentra la jubilación confirmada del fiscal Guillermo Nicora, un experimentado miembro del Ministerio Público. A esto se suma el ascenso de los fiscales Leandro Favaro y Juan Pablo Lódola, quienes la próxima semana asumirán sus nuevas responsabilidades en la Cámara de Apelación y Garantías. Estas promociones, si bien celebradas, dejan vacantes importantes que deben ser cubiertas.

Además de las jubilaciones y ascensos, la Fiscalía General ha debido lidiar con un déficit en los nombramientos de nuevos fiscales, lo que agudiza la necesidad de reestructurar el personal existente. Decisiones operativas internas también han contribuido a la reorganización actual.

Según fuentes judiciales, las modificaciones implementadas por la Fiscalía General entraron en vigor a principios de este mes y afectan tanto a la fiscalía descentralizada de General Alvarado como a la fiscalía de Flagrancia, dos áreas cruciales en la persecución del delito.

En respuesta a esta situación, el fiscal Ramiro Anchou, actualmente a cargo de la Descentralizada de Mar Chiquita, asumirá la subrogación de la Descentralizada de General Alvarado hasta nuevo aviso. Esta medida se debe a que Ana María Caro pasará a desempeñar funciones en la fiscalía de Flagrancia, reforzando así este último equipo.

Otra subrogación importante recae en el fiscal Mariano Baqueiro, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, quien tomará uno de los turnos de la fiscalía de Flagrancia. Es importante destacar que, tal como señalaron las fuentes, tanto Anchou como Baqueiro continuarán desempeñando sus funciones originales en paralelo a sus tareas de subrogación.

De esta manera, la fiscalía de Flagrancia operará con un equipo reforzado, integrado por los fiscales Facundo De la Canale, Eduardo Layús, María Isabel Sánchez, Ana María Caro y Mariano Baqueiro. Por su parte, el fiscal Leandro Arévalo, quien ya venía trabajando en esta unidad, asumirá las tareas relacionadas con los juicios que anteriormente realizaba Nicora, en colaboración con el fiscal Daniel Vicente.

En cuanto a las vacantes generadas por el ascenso de Favaro y Lódola a la Cámara de Apelación, aún no se ha definido la estrategia para su cobertura. En el caso de la fiscalía de Estupefacientes, la responsabilidad recae en los fiscales Daniela Ledesma y Pablo Cistoldi. Sin embargo, la fiscalía de Delitos Económicos enfrenta una situación más apremiante, ya que Daniel Bruna es el único fiscal a cargo, tras la asunción de Javier Pizzo como titular de la nueva fiscalía de Delitos Informáticos en abril de este año.

La creación de la fiscalía de Delitos Informáticos, dedicada a investigar crímenes cometidos a través de la tecnología digital, refleja la creciente importancia de abordar este tipo de delitos en la era moderna. La reestructuración general en la fiscalía de Mar del Plata busca equilibrar la carga de trabajo y garantizar la adecuada atención a todas las áreas de la persecución penal.

Estos cambios representan un desafío para el sistema judicial de Mar del Plata, pero también una oportunidad para fortalecer la eficiencia y capacidad de respuesta ante la creciente complejidad del crimen. La comunidad judicial espera que estas medidas permitan mantener la calidad del servicio y garantizar el acceso a la justicia para todos los ciudadanos.