Un altercado entre un tapicero y un cliente en Rosario, provincia de Santa Fe, culminó en una escena de tensión y violencia el pasado domingo, con disparos frente a un conocido centro comercial. El incidente, que generó alarma en la zona, involucró a ambas partes y resultó en su detención por las autoridades locales.
El incidente se desarrolló en las cercanías del barrio Sarmiento, muy cerca del concurrido Portal Rosario Shopping. Patrullas del Comando Radioeléctrico, que realizaban su recorrido habitual por el área, fueron alertadas por el sonido de disparos, lo que desencadenó una rápida respuesta policial.
Al llegar al lugar, específicamente a la calle Víctor Mercante al 300, los agentes se encontraron con un hombre visiblemente alterado que relató lo sucedido. Según su testimonio, había intentado presentar una queja formal al tapicero por un trabajo que consideraba insatisfactorio. Sin embargo, lo que comenzó como un reclamo escaló rápidamente hasta convertirse en una situación peligrosa y fuera de control.
El cliente alegó que el tapicero no solo rechazó su reclamo, sino que, en un arrebato de ira, se dirigió a su domicilio, se armó con una escopeta y comenzó a disparar al aire. Tras la detonación de los disparos, el tapicero huyó del lugar, dejando al cliente atónito y preocupado por la escalada de violencia.
La policía actuó con celeridad y se dirigió al domicilio del tapicero, identificado como J. Adolfo C. El individuo, aparentemente consciente de la gravedad de sus actos, se entregó a las autoridades sin ofrecer resistencia. En su poder, se encontró una escopeta Centauro calibre 20, junto con un cartucho Fiocchi del mismo calibre, que fueron confiscados como evidencia.
Tras su detención, el tapicero presentó su propia versión de los hechos, contradiciendo la del cliente. J. Adolfo C. acusó a J. Ariel C., el cliente, de haber causado daños materiales a su vehículo, una Citroën Berlingo gris que se encontraba estacionada frente al lugar donde se produjo la discusión. Según el tapicero, los daños fueron infligidos antes de la llegada de la policía.
Ante las versiones contradictorias y la gravedad de los hechos, las fuerzas de seguridad decidieron arrestar a ambos individuos. Tanto el tapicero como el cliente fueron trasladados a la Comisaría 10°, donde quedaron a disposición de la justicia para determinar las responsabilidades penales correspondientes.
Este incidente, que comenzó como una simple disputa laboral, sirve como un recordatorio de cómo las tensiones pueden escalar rápidamente y desembocar en actos de violencia. Las autoridades locales han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las sanciones que correspondan a cada uno de los involucrados.