La farándula argentina se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta, esta vez con Sabrina Rojas y Luciano Castro como protagonistas. La ex pareja, que comparte dos hijos, se ha visto envuelta en una controversia pública a raíz de la reciente adquisición de un terreno por parte de Castro en Mar de Cobo, junto a su actual pareja, Griselda Siciliani. La propiedad, ubicada sobre la línea de la playa, ha generado un debate sobre las prioridades del actor, especialmente en lo que respecta a las necesidades de sus hijos.
Durante una emisión del programa Pasó en América, conducido por la propia Rojas, la modelo y actriz no dudó en expresar su descontento. El detonante fue un comentario de su compañero Augusto Tartúfoli sobre la compra del terreno. La respuesta de Rojas fue contundente: “¡Claro! Falta el aire acondicionado para el nene antes que la casa en Mar de Cobo”. Esta declaración, aparentemente espontánea, reveló una tensión subyacente y puso de manifiesto una diferencia de criterios en la crianza de sus hijos.
Rojas profundizó en el tema, revelando que ha solicitado a Castro la instalación de un aire acondicionado para uno de sus hijos desde hace varios meses. Según sus declaraciones, la respuesta del actor ha sido que se trata de un “lujo” que no puede permitirse en este momento. “Desde diciembre que le pido, y me dice: ‘Ese es un lujo. No tengo plata ahora’. Y hay plata. Ojalá llegue el aire”, manifestó Rojas, dejando entrever su frustración y desacuerdo con la situación.
La Polémica Detrás de la Construcción en Mar de Cobo
La adquisición del terreno en Mar de Cobo por parte de Luciano Castro y Griselda Siciliani tiene como objetivo la construcción de una casa de veraneo. Dada la naturaleza de sus profesiones, contar con una vivienda cercana a Mar del Plata resulta conveniente para sus compromisos laborales. Sin embargo, el proyecto de construcción ha suscitado controversia debido a una solicitud de excepción presentada por la pareja.
El proyecto original contempla una edificación de 6.80 metros de altura, superando el límite permitido en la zona, que es de 5 metros. Esta solicitud de excepción ha generado debate en el Honorable Concejo Deliberante, donde se encuentra en proceso de evaluación. La situación ha cobrado mayor relevancia pública a raíz de las declaraciones de Sabrina Rojas, quien considera que esta inversión desatiende las necesidades básicas de sus hijos, Esperanza y Fausto.
La disputa entre Rojas y Castro pone de manifiesto las complejidades de la co-parentalidad, especialmente cuando existen diferencias en la administración de los recursos económicos y en la priorización de las necesidades de los hijos. Si bien la construcción de una casa de veraneo puede ser un proyecto personal legítimo, las declaraciones de Sabrina Rojas han instalado la pregunta sobre si esta inversión se alinea con las responsabilidades parentales y el bienestar de sus hijos. La polémica continúa generando debate en los medios y en la opinión pública, dejando al descubierto una tensión que va más allá de una simple diferencia de opiniones.