La salud mental, antes relegada a un segundo plano en la conciencia colectiva, ha emergido como un tema central en el debate público. Trágicos eventos recientes han subrayado la urgencia de abordar esta problemática en Argentina.
En el marco del Congreso Provincial de Salud (Cosapro), celebrado en Mar del Plata, expertos en salud se reunieron para analizar la situación a nivel nacional y regional. El objetivo principal fue establecer un diagnóstico compartido y proponer soluciones ante la creciente demanda de atención en salud mental.
Julieta Calmels, subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la salud de la provincia de Buenos Aires, destacó la importancia de este encuentro, señalando la falta de convocatorias federales en el último año y medio. En la reunión, se logró unificar perspectivas y construir una visión nacional sobre la salud mental y el consumo problemático.
Una de las conclusiones más relevantes fue el notable incremento en los problemas de salud mental entre la población. Este aumento se ha manifestado en un mayor número de consultas ambulatorias e internaciones en los sistemas de salud locales y regionales.
“Existe un agravamiento de muchos cuadros que requieren atención, estrechamente vinculado al contexto social actual en Argentina”, explicó Calmels. El sector público se enfrenta a una creciente demanda de personas que no pueden acceder a servicios privados de salud o costear sus medicamentos. En la provincia de Buenos Aires, se ha registrado un aumento de entre el 10% y el 20% en la demanda de atención en hospitales y centros públicos.
Esta sobrecarga del sistema se agrava por otros factores preocupantes, como el aumento en la tasa de suicidios y los recortes en los servicios dirigidos a personas con discapacidad a nivel nacional. La capacidad de respuesta ante esta problemática varía significativamente entre los municipios.
Calmels señaló que mientras algunas ciudades cuentan con múltiples hospitales, otras enfrentan mayores dificultades para brindar una respuesta adecuada, lo que ejerce presión sobre los recursos provinciales. Específicamente, en Mar del Plata, a pesar de la disponibilidad de servicios provinciales como el Higa, la unidad residencial de Chapadmalal, el CPA, el centro comunitario, un Centro Provincial de Atención y el Hiemi, existe preocupación por la falta de respuestas por parte de la gestión local, especialmente en lo que respecta al abordaje de personas en situación de calle.