El silencio se impuso en los tribunales de Mar del Plata mientras los dos jóvenes acusados del homicidio de un hombre de 48 años en el barrio Regional optaron por no declarar. Rodrigo Palma Guzmán, de 25 años, y Jonatan Marchionni, de 22, fueron trasladados nuevamente a la Unidad Penal N°44 de Batán tras ejercer su derecho a permanecer en silencio durante su comparecencia ante la justicia.
La fiscal Romina Díaz, a cargo de la investigación, ha solicitado formalmente al Juzgado de Garantías N°2 la conversión de la aprehensión en detención formal para ambos individuos. La acusación que pesa sobre ellos es la de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, un delito que, de ser probado, podría acarrearles severas consecuencias legales.
Fuentes judiciales confirmaron que tanto Palma Guzmán como Marchionni contaron con asistencia legal independiente durante su presentación en el octavo piso de los tribunales. “Uno tuvo defensa oficial, el otro particular, y ninguno de los dos, tras la entrevista de rigor, quiso dar su versión de los hechos”, señalaron fuentes cercanas al caso. Esta decisión de no declarar, si bien es un derecho constitucional, podría influir en la percepción del juez sobre su posible culpabilidad y la necesidad de mantenerlos bajo custodia mientras avanza la investigación.
El trágico suceso tuvo lugar en la zona de San Lorenzo al 7100. Una llamada al 911 alertó a las autoridades, quienes al llegar al lugar encontraron a José Palma Collado, de 48 años, tendido en la vía pública, inconsciente y con evidentes signos de violencia. A pesar de los esfuerzos del personal médico del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde fue trasladado de urgencia, Palma Collado falleció poco después.
La rápida acción de la policía permitió la aprehensión de Palma Guzmán, sobrino de la víctima, y Marchionni en las inmediaciones del lugar del crimen. Además, se procedió al secuestro del vehículo VW Gol en el que se desplazaban los sospechosos al momento del ataque. La fiscal Díaz, tras evaluar la evidencia recolectada, ordenó la aprehensión de ambos jóvenes y solicitó su traslado al complejo penitenciario de Batán, donde permanecerán hasta que se defina su situación procesal.
El caso continúa generando conmoción en el barrio Regional, donde la víctima era conocida y apreciada. La investigación se centra ahora en determinar los motivos que llevaron al fatal desenlace y en esclarecer las circunstancias exactas en las que se produjo el homicidio. El silencio de los acusados añade un elemento de complejidad a la investigación, obligando a los investigadores a reconstruir los hechos a partir de la evidencia forense y los testimonios de los testigos presenciales.
Mientras tanto, la comunidad espera con ansias que se haga justicia y que los responsables del crimen sean llevados ante la ley. La decisión de los acusados de no declarar ha generado interrogantes y especulaciones, pero solo el avance de la investigación y el juicio correspondiente podrán determinar la verdad detrás de este trágico crimen familiar.