En las horas previas al trascendental partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores, donde Racing Club se enfrenta a Flamengo, la ciudad de Avellaneda se ha visto sacudida por una controversia que involucra al defensor Marcos Rojo. Los alrededores del estadio, conocido como el Cilindro, amanecieron con mensajes hostiles dirigidos al jugador.
Rojo, quien recientemente se unió al equipo proveniente de Boca Juniors, se encuentra en el centro de la tormenta tras el partido de ida en el mítico Maracaná. Durante ese encuentro, fue desafortunado protagonista del autogol que sentenció la derrota de Racing por 1-0. Además, una jugada desafortunada suya resultó en la lesión de Santiago Sosa, un jugador clave en el esquema táctico de la “Academia”.
Los afiches, que portaban la contundente frase “Chau Rojo, dejá de robar” y estaban firmados por un colectivo autodenominado “Pueblo de Racing”, han desatado una ola de reacciones y debates en Avellaneda. Aunque la autoría real de estos mensajes permanece desconocida, dentro del club no se descarta la posibilidad de que se trate de una acción orquestada por hinchas del club rival, Independiente, con el objetivo de desestabilizar el ambiente y la moral del equipo antes de un partido crucial que definirá a uno de los finalistas del prestigioso torneo continental.
La situación ha generado preocupación en el seno de Racing, ya que este tipo de incidentes no son nuevos. En el pasado, otros jugadores también han sido blanco de críticas similares. En 2022, el futbolista Edwin Cardona fue objeto de afiches con el mismo mensaje y firma, cuando su rendimiento en el campo de juego no cumplía con las expectativas generadas. Este antecedente refuerza la sospecha de que la campaña actual contra Rojo podría ser una provocación externa destinada a perturbar la tranquilidad del equipo.
La directiva de Racing Club ha manifestado su rechazo a este tipo de acciones, enfatizando que no contribuyen al clima de apoyo y unión que el equipo necesita en momentos decisivos. Se ha instado a los aficionados a mantener la calma y a concentrarse en brindar su aliento incondicional durante el partido. La seguridad en los alrededores del estadio se ha reforzado para evitar posibles incidentes y garantizar el desarrollo normal del evento deportivo.
El cuerpo técnico, liderado por su entrenador, ha expresado su respaldo a Marcos Rojo, destacando su experiencia y profesionalismo. Se confía en que el jugador sabrá sobreponerse a la presión y rendir al máximo nivel en el partido de vuelta. La plantilla se ha unido en un mensaje de unidad y apoyo mutuo, buscando aislarse de las tensiones externas y concentrarse en el objetivo común de clasificar a la final de la Copa Libertadores.
El partido de vuelta se presenta como un desafío mayúsculo para Racing Club, que deberá remontar el resultado adverso del partido de ida. La atmósfera en el Cilindro se espera que sea intensa, con una afición volcada en el apoyo a su equipo. Más allá de la controversia generada por los afiches, la prioridad para Racing es mantener la concentración y desplegar su mejor juego para lograr la clasificación a la final.
El incidente con Marcos Rojo sirve como recordatorio de la pasión y la intensidad que rodean al fútbol en Argentina, donde las rivalidades entre clubes son profundas y las emociones a flor de piel. Sin embargo, también pone de manifiesto la importancia de mantener la cordura y el respeto, evitando acciones que puedan perjudicar el ambiente deportivo y la integridad de los jugadores.