Tía Maruca Detiene la Producción: Vacaciones Forzadas en Albardón en Medio de la Incertidumbre Económica

Tía Maruca Detiene la Producción: Vacaciones Forzadas en Albardón en Medio de la Incertidumbre Económica

En un giro inesperado, la fábrica de galletas Tía Maruca, operada por Dilexis en el departamento de Albardón, San Juan, ha suspendido temporalmente sus operaciones, generando inquietud entre sus 300 empleados. La compañía ha anunciado un paro de planta de una semana, durante la cual la mayoría del personal deberá tomar siete días de vacaciones obligatorias. Esta decisión, comunicada por el departamento de Recursos Humanos, ha suscitado interrogantes y reavivado temores en un contexto económico ya de por sí desafiante.

La justificación oficial proporcionada por la empresa radica en la necesidad de llevar a cabo “trabajos de montaje y mantenimiento” con el objetivo de optimizar la productividad. Según la gerencia, se ha asegurado un stock suficiente de productos para evitar interrupciones en el suministro al mercado. Insisten en que esta medida no está relacionada con una disminución en el consumo ni con las dificultades económicas generales que afectan a las empresas en todo el país.

Sin embargo, esta explicación no ha logrado disipar por completo la preocupación entre los trabajadores. Recuerdan las tensiones vividas en mayo, cuando la empresa enfrentó serias dificultades financieras. En aquel momento, se exploraron diversas alternativas para abordar los problemas económicos y reorganizar la estructura laboral. La prioridad declarada era mantener la producción de galletas, un producto que abastece a una parte significativa del mercado nacional, y evitar un mayor deterioro de las finanzas internas de la empresa.

La dirección de Tía Maruca ha intentado tranquilizar a los empleados, asegurando que no existen planes de cierre de la planta ni de despidos masivos. No obstante, reconocen que la situación comercial actual exige una revisión exhaustiva de los gastos y una reevaluación de los turnos de trabajo. La planta de Albardón opera actualmente con un esquema de tres turnos diarios, diseñado para garantizar una producción continua. Esta parada técnica, aunque temporal, interrumpe este flujo constante, y se suma a las recientes complicaciones relacionadas con el pago de salarios, incrementando la incertidumbre entre los empleados.

La situación de Tía Maruca refleja las tensiones que enfrentan muchas empresas en el contexto económico actual. La necesidad de optimizar la producción y reducir costos se enfrenta a la preocupación de los trabajadores por la estabilidad de sus empleos. El futuro de la planta de Albardón, y el de sus 300 empleados, dependerá de la capacidad de la empresa para superar los desafíos económicos y mantener su posición en el mercado de galletas.

Mientras tanto, los trabajadores de Tía Maruca se enfrentan a una semana de vacaciones forzadas, con la esperanza de que la situación se resuelva favorablemente y la producción se reanude sin mayores contratiempos. El futuro de esta emblemática marca de galletas pende de un hilo, en un contexto económico que exige flexibilidad, innovación y, sobre todo, un diálogo constructivo entre la empresa y sus empleados.