La empresa de transporte G & M Transfers SRL, conocida como Tienda León, ha presentado una apelación formal contra la sentencia que la obliga a pagar 34 millones de pesos a una mujer que perdió su vuelo a España. La demandante no pudo abordar el avión debido a una demora significativa del micro que la transportaba desde Mar del Plata al aeropuerto, impidiéndole asistir al 40º cumpleaños de su hija.
Según el abogado Enrique Arolas, representante legal de Tienda León, la apelación se basa en la consideración de que la condena impuesta por el Juzgado Civil y Comercial N° 4 de Mar del Plata es desproporcionada y constituye una penalización arbitraria. Arolas argumenta que la suma exigida no representa una indemnización justa, sino una sanción excesiva que ignora las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas en Argentina.
El caso se remonta al 1 de diciembre de 2018, fecha en la que se clausuró la Cumbre del G20 en Buenos Aires. Este evento internacional, sin precedentes en la historia del país, generó un caos generalizado en el Área Metropolitana, afectando significativamente el tráfico y la movilidad.
A pesar de las complicaciones derivadas de la Cumbre del G20, Tienda León afirma haber operado con normalidad, manteniendo su cronograma habitual y utilizando las rutas permitidas. El micro que transportaba a la pasajera partió en horario, pero se encontró con bloqueos intermitentes, cortes de ruta no anunciados y desvíos obligatorios impuestos por las autoridades nacionales y provinciales debido a las medidas de seguridad implementadas para el traslado de las comitivas presidenciales.
La empresa subraya que, a pesar de estos obstáculos, todos los pasajeros que viajaban en el servicio de Tienda León, incluyendo los 25 que se dirigían al aeropuerto, pudieron tomar sus vuelos. Esto, según Arolas, fue posible gracias a que las aerolíneas ajustaron sus horarios para adaptarse a la situación excepcional. La defensa de Tienda León insiste en que estos hechos configuran un caso fortuito o de fuerza mayor, eximiendo a la empresa de responsabilidad.
Arolas critica el uso discrecional de las herramientas legales diseñadas para proteger a los consumidores, argumentando que en este caso se busca un enriquecimiento injustificado que ni siquiera fue solicitado por la pasajera en su demanda original. La empresa alega haber ofrecido alternativas a la pasajera para compensar la frustración de su viaje, pero estas propuestas fueron aparentemente rechazadas.
La apelación también cuestiona la exoneración de Turkish Airlines, la aerolínea responsable del vuelo que la pasajera perdió. Tienda León argumenta que Turkish Airlines se negó a reprogramar el vuelo de la pasajera, a pesar de las circunstancias excepcionales que afectaban el aeropuerto de Buenos Aires durante la Cumbre del G20.
En resumen, Tienda León considera que el fallo judicial ignora la realidad de los hechos y castiga injustamente a una pequeña empresa que se enfrenta a desafíos constantes en el contexto económico y social del país. La empresa confía en que la justicia actuará con razonabilidad e igualdad ante la ley, revocando la condena y reconociendo las circunstancias excepcionales que contribuyeron a la demora del micro.