El barrio Juramento, antes un remanso de tranquilidad, se encuentra sumido en la consternación y el dolor tras un acto de violencia que ha sacudido sus cimientos. La noche del lunes se convirtió en una pesadilla cuando Matheo Sánchez Bonifacio, un vecino muy querido y conocido por todos, fue asesinado en su propia casa.
Matheo, de 63 años, era mucho más que un simple residente; era el alma del barrio. Su oficio de albañil lo había convertido en un pilar fundamental para la comunidad. Según relatan sus vecinos, al escuchar ruidos provenientes de un departamento ubicado en la parte trasera de su propiedad, Matheo no dudó en intervenir. Desafortunadamente, este acto de valentía le costó la vida, al ser abatido por un disparo.
La generosidad de Matheo era legendaria. Un vecino describió cómo ayudaba a todos en el barrio, ofreciendo descuentos en su trabajo o incluso movilizando a sus peones para colaborar en diversas tareas. Se dice que prácticamente todas las casas de la cuadra, situada entre Diagonal Gascón, Don Orione y Nápoles, fueron construidas o reparadas por sus manos expertas.
El relato del incidente es escalofriante. Los vecinos recuerdan haber escuchado al menos tres disparos. Uno de ellos, al salir de su casa, se encontró con la escena y la rápida llegada de la policía, que instó a todos a resguardarse en sus hogares. La tragedia se agravó al conocerse que Lucas Matías Sánchez Bonifacio, el hijo de 28 años de Matheo, también fue alcanzado por las balas. Lucas se encuentra ahora luchando por su vida en un hospital, con heridas graves en el abdomen y una pierna.
La familia Sánchez Bonifacio ha sido parte integral del barrio durante generaciones. La cercanía a un centro comercial, que aún mantenía actividad al momento del suceso, añade un elemento de vulnerabilidad a la escena. El hecho ocurrió alrededor de las 22 horas, cuando todavía había movimiento en la zona.
La investigación policial se centra en dos hipótesis principales. Una de ellas apunta a un posible intento de robo, aunque los indicios sugieren que los delincuentes no forzaron la entrada principal. En cambio, habrían accedido al departamento trasero tras romper un vidrio, evitando las viviendas frontales. Esta circunstancia ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de un ataque dirigido a los ocupantes del departamento, quienes no se encontraban en el lugar al momento del crimen. La investigación continúa en curso para esclarecer los motivos detrás de este trágico suceso y llevar a los responsables ante la justicia.
El barrio Juramento llora la pérdida de un hombre bueno, un trabajador incansable y un vecino ejemplar. La memoria de Matheo Sánchez Bonifacio perdurará en los corazones de aquellos a quienes ayudó y sirvió con tanta dedicación.