Tragedia en el Barrio Juramento: El Dolor y la Lucha tras el Asesinato de un Albañil

Tragedia en el Barrio Juramento: El Dolor y la Lucha tras el Asesinato de un Albañil

El eco del crimen que sacudió al barrio Juramento aún resuena, persiguiendo a los responsables de la balacera que segó la vida de Matheo Sánchez Bonifacio, un albañil de 68 años, y dejó a su hijo Lucas Matías, de 29, luchando por su vida en el hospital. La noche del lunes, la tranquilidad de Don Orione al 2300 se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia cuyas motivaciones aún permanecen envueltas en la incertidumbre: ¿un intento de robo fallido o un ataque dirigido a los inquilinos de la parte trasera de la vivienda?

Daiana, hija de Matheo, comparte un relato desgarrador de los hechos, una vivencia traumática presenciada junto a su hijo de tan solo 9 años. Describe el horror de ver a su padre y a su hermano Lucas Matías caer víctimas de los disparos.

“Escuché gritos y pensé que era una pelea entre los chicos que alquilan atrás, porque suelen tener problemas. Salí y vi a alguien huyendo en moto. Pensé que era un amigo de ellos. Le pregunté qué pasaba, y entonces empezaron los disparos. Muchos. Me metí adentro con mi hijo, busqué el celular para llamar al 911, pero no llegué a marcar. Escuché los gritos de mis hermanas. Salí y mi papá ya estaba herido, con tres disparos en el pecho. Estaba tirado en el pasillo. Alcanzó a hacer retroceder al ladrón. Los vecinos lo llevaron, pero no llegó a tiempo”, relata Daiana, con la voz quebrada por el dolor.

La pesadilla no terminaba ahí. “Mientras socorríamos a mi papá, mi otra hermana gritó que Matías no estaba. Corrí al fondo y lo encontré tirado, también con tres disparos. Intenté levantarlo, pero no pude. Estaba muy malherido. Entre varios vecinos lo sacaron y lo llevaron en una camioneta porque la ambulancia no llegaba. Ahora está en estado crítico”, continúa Daiana, describiendo la desesperación del momento.

La situación de Lucas Matías es delicada. “Está en terapia de shock, con diagnóstico reservado. Perdió parte del páncreas, una bala tocó la columna, necesitó reconstrucción del intestino. Estamos esperando otras intervenciones para ver si logran salvarlo”, explica Daiana, aferrándose a una tenue esperanza.

La Hipótesis Familiar: ¿Un Ataque Dirigido?

La familia de Matheo sospecha que el ataque estaba dirigido a los inquilinos problemáticos que residían en la parte trasera de la propiedad. “Esos chicos eran muy problemáticos, siempre peleando. No los conocíamos, solo los veíamos. La policía vino varias veces por sus peleas. Consumían drogas, se notaba que eran personas malvivientes. Tratamos de mantenernos al margen, pero no pudimos”, lamenta Daiana.

Un Pilar del Barrio: El Legado de Matheo

Daiana describe un barrio donde los robos y la inseguridad son una constante, un lugar donde el miedo se ha instalado en el día a día. “La única persona que no les tenía miedo ya no está. Mi papá vio crecer este barrio, hace más de 50 años que vivía acá. Conocía a cada persona, cada ladrillo. Él decía: ‘Yo no les tengo miedo, son chicos’. Y ahora pasó esto”, expresa con amargura.

La joven sugiere que los inquilinos podrían haber estado al tanto del peligro que se cernía sobre ellos. “Creo que eran conocidos y que el ataque tiene que ver con el consumo de drogas. No entraron a robar nada, buscaban a los inquilinos. La puerta que da al pasillo se puso hace una semana, mi papá la puso porque tenían miedo de que les robaran. Creo que ellos sabían que los estaban buscando. No estaban en la casa ni ayer ni antes de ayer, hacía días que no se los veía, desde que se puso la puerta”, comenta.

Matheo, un albañil querido por todos, dedicó su vida a construir y ayudar a su comunidad. “Mi papá conoce este barrio de toda su vida. Nosotros nacimos acá. Era una persona que vivía para ayudar a los demás. Levantó cantidad de casas, arregló puertas, hizo instalaciones de gas. Siempre salía a ayudar a cualquier amigo del barrio que lo necesitara. Era muy querido y muy buena persona. Una persona muy noble. Vivía para ayudar al resto, y era algo con lo que renegábamos mucho porque él era muy sacrificado por todo el mundo”, recuerda Daiana con orgullo.

En cuanto a su hermano Lucas Matías, Daiana lo describe como un joven amable, amoroso y educado, que trabaja en atención al público. Tanto Matheo como Lucas salieron a ayudar al escuchar los ruidos, pensando que alguien necesitaba ayuda. Se encontraron con la muerte en el camino.

Un Futuro Incierto: La Búsqueda de Justicia

“Es muy difícil pensar en seguir. Estamos viviendo el día a día, aferrados a la esperanza de que mi hermano se recupere. La investigación está en curso, ya hemos declarado todo. Solo esperamos que se haga justicia y que podamos vivir tranquilos y sin miedo. Pedimos que la investigación siga su curso y que encuentren a las personas que le arrebataron la vida a mi papá de una manera tan cruel, y que no le pase a nadie más”, concluye Daiana, con la voz cargada de dolor y esperanza.