Una semana después del devastador incendio que le costó la vida a Diego Valiente, un padre que heroicamente salvó a su familia antes de sucumbir al humo, la comunidad de Félix U. Camet, en Mar del Plata, aún se encuentra en estado de shock. El siniestro, ocurrido en una vivienda ubicada en Isla Coronación al 600, no solo arrebató una vida, sino que también dejó a varias familias sin hogar.
Diego Valiente, quien trabajaba en un taller y residía en la propiedad junto a su esposa Belén y sus cinco hijos, se convirtió en un héroe al poner a salvo a sus seres queridos. La más pequeña de sus hijas, una bebé de apenas un año, se encuentra recuperándose en un hospital de La Plata. La familia, que había llegado a Mar del Plata desde Alejandro Korn en busca de un futuro mejor, ahora enfrenta una realidad desgarradora.
El incendio, cuyas causas aún están siendo investigadas por los bomberos, se propagó rápidamente, consumiendo la vivienda de Valiente y afectando a otras dos casas colindantes, donde vivían familiares de la propietaria del terreno. En medio del caos y el humo, Diego logró rescatar a sus cinco hijos, uno por uno, pero su acto de valentía tuvo un precio fatal.
Marisol, una vecina afectada por el incendio, relató los dramáticos momentos vividos durante la tragedia. “Mi marido tenía que ir a trabajar más tarde y escuchó los gritos. Mi padrastro ayudó a salir a Belén”, contó Marisol. “La culpa no es de nadie, fue un accidente que no se pudo haber evitado. Mi marido fue el que quiso ayudar pero ya fue tarde. Diego se pudo despedir, le dijo ‘te amo’ a Belén y se desmayó”.
Marisol, cuya vivienda también fue alcanzada por las llamas, desmintió las acusaciones de negligencia y aseguró que la familia brindó todo el apoyo posible a Diego y su familia. “Fue un accidente. No había ninguna conexión ilegal. Yo vivía ahí. Cuando Diego quería venir a vivir a Mar del Plata yo le dije a mi mamá: te dejo la casa. No fue culpa de nosotros”, afirmó.
La comunidad de Félix U. Camet se ha unido para brindar apoyo a las familias afectadas, quienes han perdido sus hogares y pertenencias en el incendio. Marisol y su familia, al igual que su hermano y su pareja, se encuentran alojados temporalmente en casas de familiares y amigos. A pesar de la tragedia, la solidaridad y el espíritu de comunidad prevalecen en este difícil momento.