Tragedia en Las Toninas: Hallazgo Revela Asesinato de Comerciante Desaparecido

Lo que comenzó como una angustiosa búsqueda de una persona desaparecida, culminó en un macabro descubrimiento: el cuerpo sin vida de Aaron Carlos Manuel González Rodríguez, un comerciante de 46 años, fue encontrado enterrado en el patio trasero de una residencia en la localidad costera de Las Toninas. La investigación, inicialmente centrada en la localización del hombre, rápidamente se transformó en una pesquisa por homicidio, llevando a la detención de Blas Maximiliano Sosa, de 35 años, empleado de la víctima, como el principal sospechoso del crimen.

El operativo que condujo al hallazgo fue ejecutado por la Sub-DDI La Costa, bajo la dirección de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores. La causa está siendo llevada adelante por la UFI N°11 de Dolores, a cargo de Martín Prieto, con la intervención del Juzgado de Garantías N°4, encabezado por Diego Zapiola. La supervisión general de la investigación recae sobre el Fiscal General del departamento judicial de Dolores, Diego Escoda. La complejidad del caso requirió la colaboración de diversos cuerpos y fuerzas, incluyendo Policía Científica, Bomberos, Defensa Civil, la Jefatura Departamental La Costa y la Superintendencia de Seguridad Atlántica I.

De la Inquietud a la Terrible Sospecha

La alarma se encendió el 15 de octubre, cuando la DDI Dolores recibió la denuncia sobre la desaparición del comerciante. Vecinos y allegados, preocupados por su prolongada ausencia, dieron aviso a las autoridades. La SubDDI La Costa desplegó inmediatamente un operativo de búsqueda, rastrillando el centro y la zona comercial de Las Toninas, analizando minuciosamente las grabaciones de las cámaras de seguridad y cruzando datos de las comunicaciones telefónicas.

En las primeras etapas de la investigación, un dato clave surgió: González Rodríguez compartía vivienda con Blas Maximiliano Sosa, su empleado y, aparentemente, amigo. La relación entre ambos era tal que incluso habían formado un grupo musical de reggaetón llamado “Dandys”. Esta cercanía, combinada con el acceso que Sosa tenía a las propiedades y vehículos del comerciante, sembró las primeras sospechas sobre su posible participación en la desaparición.

Con el apoyo de las áreas de Cibercrimen, Inteligencia Criminal y la DAIC Castelli, la DDI confirmó que la víctima no había salido del país, según los registros de Migraciones. Además, se constató que Sosa había quedado a cargo de los bienes del comerciante, lo que fortaleció la hipótesis de un desenlace fatal.

El Operativo Final y el Descubrimiento del Horror

En la madrugada del 16 de octubre, tras obtener una orden judicial, se llevaron a cabo dos allanamientos simultáneos en Las Toninas. La DDI Dolores coordinó las diligencias, mientras que efectivos de la SubDDI La Costa, con el apoyo de la Policía Científica, la Jefatura Departamental La Costa y la Superintendencia de Seguridad Atlántica I, ejecutaron los operativos, brindando soporte logístico y seguridad perimetral.

En la primera vivienda allanada, ubicada en la calle 36 N°126, se encontraba Sosa junto a su pareja. La declaración de la mujer resultó ser crucial: relató que, en una ocasión, bajo los efectos de las drogas, Sosa le había confesado haber asesinado al comerciante y haber enterrado su cuerpo en el patio. Aunque en ese momento no le había creído, la información resultó ser verídica.

Ante esta revelación, el fiscal Prieto se constituyó en el lugar y solicitó la intervención del cuerpo de bomberos de La Costa, con canes especializados en la búsqueda de restos humanos, y de Defensa Civil. El perro rastreador “Tango” señaló un punto específico en el fondo del terreno. Tras una excavación de aproximadamente un metro y medio de profundidad, se descubrió un cuerpo en avanzado estado de descomposición, cuyas características coincidían con las del comerciante desaparecido.

El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Dolores, donde se realizará la autopsia para determinar la causa precisa de la muerte. En el interior de la vivienda, la policía científica, utilizando luminol, detectó manchas de sangre en el baño y otras áreas, las cuales fueron cuidadosamente preservadas como evidencia clave para la investigación.

En un segundo allanamiento, realizado en una propiedad ubicada en la calle 1 entre 34 y 36, se llevaron a cabo registros y se secuestraron elementos que podrían ser de interés para la causa, buscando esclarecer completamente los detalles de este trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad de Las Toninas.