Tragedia en Mar del Plata: Un Incendio Devasta el Hogar de Rodrigo y Sus Tres Hijos
En el corazón del barrio San Jacinto, en Mar del Plata, la vida de Rodrigo Valdés, un artista plástico de 48 años, y sus tres hijos, Acañir (5), Zoe (14) y Salomé (16), dio un vuelco trágico. Lo que comenzó como una tarde fría y una estufa encendida para calentar su hogar, terminó en un incendio devastador que consumió la casa que Rodrigo había construido con sus propias manos.
Hace apenas dos semanas, Rodrigo se ausentó de su hogar por un breve lapso. Preocupado por el bienestar de sus hijos ante el frío intenso, decidió agregar más leña de lo habitual a su estufa rocket. Jamás imaginó que esa decisión, tomada con la mejor intención, desencadenaría una catástrofe.
“Antes de ir a buscar a mis hijas al colectivo, puse más leña de lo normal. Sabía que las dejaría solas un rato con el pequeño, pero pensé que así estarían más calentitos y no correrían el riesgo de quemarse con la estufa”, relata Rodrigo con la voz quebrada. “La estufa tiene una puerta de hierro que se calienta mucho, pero como siempre funcionó bien, me fui tranquilo. A los pocos minutos de irme, me mandan un mensaje diciendo que había humo dentro de la casa”.
La situación escaló rápidamente. Lo que inicialmente parecía un problema de tiraje se convirtió en una pesadilla. “A los diez minutos, mi hija me manda otro mensaje diciendo que había más humo. Y de pronto me dice ‘papá hay fuego, nos fuimos al patio’”, recuerda Rodrigo con angustia. Corrió desesperado hacia su casa, pero al llegar, solo encontró cenizas y los restos humeantes de lo que una vez fue su hogar, construido con amor y esfuerzo durante cinco años.
El fuego, voraz e implacable, envolvió la casa ubicada en la Calle 429, número 662, casi esquina Calle 10 Bis, en San Jacinto. Los bomberos lucharon contra las llamas, pero el daño ya era irreparable. El auto de Rodrigo, estacionado cerca de la vivienda, se salvó por poco del siniestro.
“Soy artista plástico, pintor y muralista, y me gusta la bioconstrucción. Esta era la segunda casa que había hecho con mis manos. Era principalmente de madera, paje y barro. No estaba completamente terminada, faltaban los revoques interiores, pero adentro tenía todo: la estufa, heladera, camas, muebles, electrodomésticos, ropa. Todo lo que junté en mi vida, lo perdí. No me quedó nada”, lamenta Rodrigo, con la mirada perdida en el vacío.
Afortunadamente, la solidaridad no tardó en manifestarse. Vecinos y amigos se unieron para brindar ayuda inmediata a la familia, proporcionándoles dinero para costear un alquiler temporal. Ahora, Rodrigo y sus hijos luchan por reconstruir sus vidas y su hogar, partiendo prácticamente de cero.
“Necesito materiales, todo lo necesario para construir. Lo fundamental son chapas para techar, tirantes y clavaderas. También necesito todo lo necesario para la instalación eléctrica y del agua, una bomba sumergible o centrifuga, un calefón para garrafa, ventanas o vidrios”, enumera Rodrigo, detallando las necesidades urgentes. “En la Delegación Puerto nos ofrecieron una pala mecánica para limpiar todo lo que quedó en cenizas. La verdad es que todo es muy doloroso, pero gracias a la templanza, seguimos en pie. Necesitamos ayuda”.
La comunidad marplatense se ha movilizado para apoyar a Rodrigo y sus hijos en este momento tan difícil. La reconstrucción de su hogar es un desafío enorme, pero la esperanza renace con cada gesto de solidaridad.
Si usted desea colaborar con Rodrigo y su familia, puede comunicarse al 223 675-7563 o a través de su cuenta de Instagram, @rodrigovaldesortiz. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, marcará la diferencia en el camino hacia la reconstrucción de su hogar y la recuperación de sus vidas.