La ciudad de Mar del Plata se encuentra consternada tras un trágico suceso que escaló a partir de la usurpación de una vivienda. Lo que comenzó como un conflicto por la posesión de un inmueble, terminó con la vida de Julio César Delgado, de 47 años, quien falleció tras permanecer nueve días internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (Higa).
Según el relato de Marcelo Ojea, sobrino de la víctima, la familia había logrado recuperar el viernes 23 una propiedad que les había sido usurpada en el barrio Bernardino Rivadavia. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que esa misma noche, la vivienda fue atacada a tiros. La situación se repitió a la mañana siguiente, lo que obligó a la familia a tomar la difícil decisión de abandonar el lugar.
“El sábado preparé las cosas para irnos porque pensaba que iba a matar a alguno. Cuando ya habíamos guardado las cosas y salíamos, dispararon y le pegaron a Julio”, relató Ojea, visiblemente afectado. La víctima fue trasladada de urgencia al Higa, con una herida de bala en el hombro izquierdo.
La policía científica realizó pericias en el lugar del ataque, confirmando que las vainas encontradas correspondían a los disparos realizados por los usurpadores. “Los peritos que vinieron vieron que todas las vainas que había eran de los disparos que hicieron ellos, nosotros no disparamos nunca. Esto no fue un enfrentamiento de bandas”, enfatizó Ojea, desmintiendo las versiones que apuntaban a una disputa entre grupos criminales.
El sobrino de la víctima denunció que la situación había sido alertada a las autoridades desde el inicio de los intentos de usurpación, proporcionando nombres y detalles en la comisaría cuarta. “Nadie hizo nada y recién se fueron cuando le pegaron un tiro a mi tío”, lamentó.
Tras el fallecimiento de Delgado, la Unidad Funcional de Instrucción N°5 reclasificó el caso como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Se espera que la autopsia arroje más luz sobre las circunstancias de la muerte.
Este trágico incidente pone de manifiesto la problemática de la usurpación de viviendas y la necesidad de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades para proteger a los propietarios y garantizar la seguridad de la comunidad.