La historia de Rita y Martín es una oda al amor verdadero, un relato que desafía barreras y conmueve corazones. Esta pareja, unida por un vínculo que trasciende cualquier obstáculo, celebró su amor en una emotiva ceremonia civil, convirtiéndose en la primera pareja con síndrome de Down en Sudamérica en formalizar su unión.
Después de cinco años de convivencia, Rita y Martín decidieron dar el siguiente paso en su relación. Sin embargo, debido a su condición, fue necesario un proceso legal que validara su capacidad para tomar una decisión tan importante. Tras obtener la autorización judicial, finalmente pudieron sellar su amor en el Registro Civil, rodeados de familiares y amigos que celebraron su felicidad.
“Tenemos un amor muy grande”, expresó Martín, visiblemente emocionado, sin soltar la mano de Rita, quien sostenía con orgullo la libreta de matrimonio. Su historia comenzó hace muchos años, cuando se conocieron siendo niños. Desde entonces, su conexión se fortaleció con el tiempo, convirtiéndose en compañeros inseparables.
La propuesta de matrimonio, según cuentan, fue una decisión mutua, un reflejo de la profunda conexión que comparten. Su unión no solo celebra su amor, sino que también envía un poderoso mensaje de inclusión y respeto a la diversidad. Su historia es un ejemplo de que el amor no conoce límites ni fronteras, y que todas las personas tienen derecho a amar y ser amadas.
Rita, quien ha representado a su ciudad como deportista durante más de dos décadas, actualmente trabaja en la Municipalidad. Martín, por su parte, desempeña funciones en el edificio de Tribunales. Ambos son miembros activos de su comunidad y demuestran que la discapacidad no es un impedimento para alcanzar sus sueños.
El intendente Guillermo Montenegro, presente en la ceremonia, destacó la importancia de la inclusión y el trabajo de las instituciones locales en este ámbito. “Ellos son ejemplos”, afirmó, resaltando el amor y la determinación de Rita y Martín. Su historia es un faro de esperanza y un recordatorio de que el amor verdadero puede superar cualquier adversidad.
Con una promesa de amor eterno, Martín expresó su deseo de cuidar a Rita “hasta el fin del mundo”. Su historia es un testimonio de que el amor, la perseverancia y el apoyo mutuo pueden construir un futuro lleno de felicidad y esperanza.