Un Peón Rural Salvado de la Hipotermia Gracias a la Lealtad Canina en la Patagonia Argentina
En un relato que destaca la inquebrantable conexión entre el hombre y los animales, un trabajador rural sobrevivió a una peligrosa situación en la inhóspita región de Lonco Vaca, cerca de Mencué, en la provincia de Río Negro. Atrapado en un violento temporal de nieve, hielo y viento que azotó la zona, el hombre, identificado como Nahuel, enfrentó la posibilidad real de morir de hipotermia. Su rescate, una combinación de rápida acción humana y la calidez vital de sus perros, es un testimonio del poder de la colaboración y la lealtad animal.
La historia comenzó cuando Nahuel, en medio de la tormenta, logró comunicarse desde lo alto de un cerro, alertando sobre su precaria situación. El tiempo apremiaba, con la noche acercándose rápidamente. El comisionado de fomento, Carlos Vertiz, tomó la iniciativa, coordinando un equipo de rescate que incluía a la vocal Vilma Díaz y a efectivos de la Unidad 60 de la Policía local. Simultáneamente, una ambulancia con personal médico partió desde Aguada Guzmán, en una carrera contra el tiempo.
La clave para localizar a Nahuel fue el dueño del campo, quien, con conocimiento del terreno, pudo ubicar al trabajador y llevarlo a una tapera, una construcción rústica que ofrecía un mínimo refugio contra los elementos. Nahuel relató haber caminado durante más de cinco horas, luchando contra la nieve que le llegaba por encima de las rodillas. El frío, según sus palabras, era “insoportable”.
El momento más crítico llegó cuando Nahuel sintió que sus fuerzas lo abandonaban. “Me caí y no me podía levantar”, confesó. Fue entonces cuando la intervención de sus perros marcó la diferencia entre la vida y la muerte. “Gracias a los perros puedo contarla, ellos se echaron encima mío y me dieron calor”, explicó, visiblemente agradecido. A pesar de la ayuda canina, al ser encontrado, Nahuel presentaba evidentes síntomas de hipotermia. La enfermera de Aguada Guzmán, tras examinarlo, confirmó la gravedad de su estado, indicando que había estado al borde del colapso.
Una vez en la tapera, el personal de la ambulancia brindó los primeros auxilios a Nahuel. Posteriormente, fue trasladado a Chasico, donde lo esperaba otra unidad sanitaria del hospital de El Cuy. La eficiencia del traslado fue facilitada por el despeje de la ruta principal, un factor crucial en una situación de emergencia como esta. La operación de rescate contó con el seguimiento de Sandra Recalt, directora de comisiones de fomento, y el valioso apoyo de personal vial como Chueco Tripailao, cuyo trabajo fue esencial para mantener los caminos accesibles en medio del implacable temporal.
Esta historia de supervivencia en la Patagonia Argentina no solo destaca la importancia de la preparación y la rápida respuesta ante situaciones de emergencia, sino también el vínculo profundo y a menudo subestimado entre los humanos y los animales. La lealtad y el calor proporcionado por los perros de Nahuel fueron fundamentales para evitar una tragedia, convirtiendo a estos compañeros caninos en verdaderos héroes de la cordillera.