En un barrio de Mar del Plata, la tranquilidad de una noche de miércoles se vio interrumpida por un violento intento de robo. Un vecino, tratando de escapar de dos motochorros, se refugió desesperadamente estrellándose contra el portón de una vivienda cercana. Lo que no esperaba era encontrar un aliado inesperado: un perro pitbull llamado Acero, que, junto a su dueño, puso en fuga a los delincuentes.
Matías, el propietario de la casa donde el vecino buscó refugio, relató la impactante secuencia. “Estábamos mirando televisión y escuchamos un fuerte golpe. Al instante, comenzaron los gritos. Salí inmediatamente, y Acero salió conmigo”, explicó.
Acero, un imponente pitbull de tres años, demostró ser mucho más que una mascota. Su instinto protector se activó al instante. “Es un perro de caza y siempre ladra cuando ve a alguien en la vereda. En ese momento, grité para que soltaran al muchacho, y el perro salió corriendo a mi lado”, añadió Matías.
La presencia de Acero fue crucial. Uno de los delincuentes se encontraba a unos 20 metros en la moto, mientras que el otro, armado, intentaba robarle al vecino. A pesar de la intimidación, los motochorros, al verse confrontados por el perro, optaron por huir, llevándose únicamente las llaves de la moto de la víctima.
El vecino asaltado, quien alquila un departamento a Matías, quedó profundamente afectado por el incidente. “Hoy me dijo que se va del barrio por esto que pasó. Es profesor en la Facultad, llega siempre tarde y teme que lo hayan estado estudiando”, lamentó Matías, reflejando la angustia de la víctima.
Según Matías, la seguridad en el barrio se ha deteriorado desde la usurpación de unos terrenos cercanos. “En ese momento empezaron los robos, sobre todo en casas en construcción, de donde se llevan materiales”, advirtió, señalando un posible factor que contribuye al aumento de la delincuencia en la zona.
Este incidente resalta la creciente inseguridad que enfrentan algunos barrios y cómo, en ocasiones, la valentía de un animal puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Acero, el pitbull, se ha convertido en un héroe local, demostrando que la lealtad y el coraje pueden surgir en los momentos más inesperados.