En la ciudad de Neuquén, lo que prometía ser una intervención quirúrgica rutinaria se convirtió en una pesadilla inimaginable para Alison Calfunao, una joven de 30 años. Alison ingresó a la clínica con la esperanza de someterse a una ligadura de trompas, un procedimiento común y generalmente seguro. Sin embargo, una serie de complicaciones inesperadas la llevaron al borde de la muerte, transformando su vida de manera irreversible.
El Inicio de la Pesadilla: Complicaciones Inesperadas en el Quirófano
El 9 de junio, Alison fue admitida en la Clínica San Lucas para someterse a la ligadura de trompas. Los exámenes preoperatorios no revelaron ninguna anomalía, lo que indicaba que era una candidata adecuada para el procedimiento. No obstante, durante la intervención, Alison sufrió dos paros cardíacos, un evento completamente inesperado y devastador. Las razones detrás de estas complicaciones aún se están investigando, y la familia de Alison exige respuestas claras y transparentes.
Una Madre Desesperada Busca Respuestas
Carina, la madre de Alison, describe la situación como una pesadilla. “Ella era súper sana. Los estudios prequirúrgicos salieron bien. Si no, la operación no se hubiera realizado”, afirma Carina, buscando entender cómo una cirugía aparentemente sencilla pudo tener consecuencias tan catastróficas. “Entró por una ligadura de trompas, pero salió con dos paros y nadie me dijo por qué. No sé qué le hicieron. Me la devolvieron en pedacitos y no recibí ninguna explicación”, lamenta la madre, reflejando el dolor y la confusión que embargan a la familia.
Una Lucha Contra el Tiempo: Traslados y Tratamientos Extremos
Tras la cirugía inicial, Alison fue trasladada a varias clínicas en busca de atención especializada. Pasó por la Clínica San Agustín y luego por la Clínica Pasteur, donde recibió soporte vital a través de un sistema ECMO, una tecnología que asiste a pacientes con insuficiencia cardíaca o respiratoria grave. A pesar de los esfuerzos médicos, la situación de Alison continuó deteriorándose.
La Amputación de una Pierna: Una Decisión Dolorosa pero Necesaria
“Después de que le pusieron un corazón artificial se le complicó una pierna”, relata Carina. Una trombosis severa comprometió la circulación en una de sus extremidades inferiores, lo que llevó a una infección que amenazaba con extenderse a otros órganos vitales. Ante esta situación crítica, los médicos del Hospital Italiano tomaron la difícil decisión de amputar la pierna de Alison para detener la propagación de la infección y salvar su vida.
La Esperanza Renace: Un Trasplante de Corazón y una Nueva Oportunidad
La gravedad del estado de Alison activó una alerta nacional en busca de un donante de corazón compatible. La espera fue angustiante, pero finalmente, el 16 de junio, la familia recibió la noticia que tanto anhelaban: un corazón estaba disponible. Al día siguiente, Alison se sometió a un trasplante de corazón, un procedimiento complejo pero crucial para su supervivencia. “Su corazón fue destrozado, su pierna terminó amputada, su cuerpo y su vida cambiaron para siempre. Pero el 17 de junio, Alison volvió a la vida”, expresa Carina, con una mezcla de dolor y esperanza.
El Camino Hacia la Recuperación: Un Proceso Largo y Desafiante
Actualmente, Alison se encuentra internada y en proceso de recuperación. “Ahora está constantemente con los kinesiólogos para que tenga más estabilidad en el cuerpo”, explica su madre. La rehabilitación será un camino largo y arduo, pero Alison cuenta con el apoyo incondicional de su familia y amigos.
La Búsqueda de Justicia: Exigiendo Respuestas y Responsabilidades
La familia de Alison exige una investigación exhaustiva para esclarecer las responsabilidades de lo ocurrido. “Quiero que me expliquen qué le hicieron a Alison dentro de ese quirófano”, insiste Carina. La Fiscalía de Delitos contra las Personas está investigando el caso y ha solicitado las historias clínicas a las diferentes clínicas que atendieron a Alison.
Un Futuro Incierto pero Lleno de Esperanza
Alison, madre de Dylan (7 años) y Valentín (4), cumplió 30 años durante su internación. A pesar de las adversidades, la familia mantiene la esperanza de un futuro mejor. “La rehabilitación va a llevar mucho tiempo. Es como si mi hija hubiese vuelto a nacer. Tiene que aprender todo”, menciona Carina, y concluye: “Lo único que quiero es justicia. Lo que le hicieron con ella no puede volver a pasar. Nadie más merece atravesar este infierno”. La historia de Alison es un testimonio de resiliencia, lucha y la importancia del apoyo familiar y comunitario en momentos de crisis.